Esta cifra es casi cuatro veces superior a la de 2017 y representa aproximadamente el 14% del total de residentes del país. Sin embargo, los datos más recientes sobre la población extranjera desglosada por municipios son solo de 2023, publicados por el Instituto Nacional de Estadística(INE).
Según un informe de Expresso, ese año, los ciudadanos extranjeros representaban el 10% del total de residentes, con una presencia mucho mayor en el sur del país, la Gran Lisboa y la región Centro. El porcentaje oscila entre el 44% de extranjeros en Vila do Bispo (distrito de Faro) y menos del 1% en un total de seis municipios, situados principalmente en el norte.
Hay 14 municipios en el país donde el porcentaje de extranjeros duplica la media nacional, y casi todos están en los distritos de Lisboa y Faro. En cuatro -Vila do Bispo, Odemira, Albufeira y Lagos- la proporción de extranjeros es hasta cuatro veces superior a la media. Los datos de 2023 muestran una mayor concentración de la inmigración en una parte del país, ya que en 184 de los 308 municipios el porcentaje es igual o inferior al 5%.

El último informe de AIMA, que sólo cubre la inmigración a nivel nacional en 2024, destaca el impacto del fin de las manifestaciones de interés (efectivo el 3 de junio de 2024) en las entradas en el país. Tras el fin de este régimen, se produjo una reducción del 59% en el flujo de ciudadanos extranjeros que entraron en Portugal.
Según datos de la Seguridad Social, en 2024 la población inmigrante aportó a la Seguridad Social la cifra récord de 3.600 millones de euros. En 2023, según un informe del Banco de Portugal, el 40% de los trabajadores agrícolas eran extranjeros. En los servicios de alojamiento y alimentación, representaban el 30% de la mano de obra, y en la construcción, alcanzaban el 23%. Según el INE, sin migración, el país podría tener sólo 5,9 millones de habitantes en 2100.








