Muchas personas asumen que los ingresos de jubilación que han acumulado durante décadas se transferirán sin problemas una vez que se hayan trasladado al extranjero. En la práctica, esa suposición puede salir cara.

"Las pensiones rara vez son tan sencillas como la gente piensa una vez que cruzan las fronteras", dice Jake McLaughlin, Director Ejecutivo de deVere Portugal, parte del Grupo deVere que asesora a más de 80.000 clientes expatriados en todo el mundo.

"El momento en que se retiran los fondos, la estructura de los pagos y el país en el que se reciben los ingresos pueden afectar a la cantidad que realmente se conserva. Hacerlo bien requiere planificación anticipada, no conjeturas".

La fiscalidad depende de la residencia y la documentación

Una de las principales fuentes de confusión para los expatriados es cómo gestionan los impuestos los proveedores de pensiones. Cuando no existe ningún código o instrucción fiscal formal, muchos proveedores retienen automáticamente el impuesto sobre la renta en origen. Esto puede dar lugar a importantes deducciones que pueden tardar meses en reclamarse.

"El proceso es muy administrativo", explica McLaughlin. "Si tu pensión la paga un proveedor extranjero, la autoridad fiscal de ese país puede suponer que sigues residiendo allí, a menos que puedas demostrar lo contrario. La única forma de evitar la doble imposición es asegurarse el código fiscal correcto o la exención antes de percibir cualquier ingreso."

Señala que los tratados fiscales internacionales determinan dónde deben tributar los ingresos por pensiones, normalmente en el país de residencia. "Portugal, como muchas naciones, tiene acuerdos diseñados para evitar la doble imposición, pero esos beneficios no son automáticos. Es necesario demostrar la residencia y presentar formularios justificativos antes de que el proveedor pueda pagar los ingresos brutos".

Fiscalidad de emergencia y cómo evitarla

Sin una codificación adecuada, algunos proveedores aplican lo que se conoce como tipo impositivo de emergencia. Este sistema asume que el pago recibido es el primero de muchos importes mensuales iguales, empujando los ingresos hacia los tramos impositivos más altos o superiores. "Eso puede suponer perder el 40 o incluso el 45% de la paga por adelantado", dice McLaughlin. "Con el tiempo se puede reclamar, pero es un retraso innecesario que podría evitarse fácilmente".

Establecer el código correcto con antelación y coordinarse entre los administradores de pensiones, las autoridades fiscales locales y los asesores evita esos errores. "Una vez establecido el estado correcto, los ingresos pueden pagarse de forma eficiente, reflejando el tratamiento fiscal correcto en Portugal en lugar del predeterminado desde el extranjero".

La regla de los cinco años

Los expatriados que se trasladan al extranjero y regresan más tarde suelen enfrentarse a otro reto: la llamada regla de "no residencia temporal". En algunas jurisdicciones, el regreso en un plazo de cinco años puede hacer que las retiradas de pensiones anteriores sean imponibles con carácter retroactivo.

"A veces, la gente se traslada al extranjero, retira una cantidad a tanto alzado y luego vuelve a casa", explica McLaughlin. "Si restablecen su residencia demasiado pronto, esos ingresos pueden volver a caer en la red fiscal. Es un pequeño detalle que puede echar por tierra una planificación cuidadosa. Una orientación profesional sobre el momento oportuno puede marcar la diferencia."

La consolidación tiene sentido

Un expatriado típico puede tener varios planes de pensiones de distintas etapas de su carrera, a menudo en países diferentes. Cada uno tiene sus propias comisiones, exposición a divisas y enfoque de inversión. Con el tiempo, esa complejidad crea ineficiencia.

"Consolidar las pensiones no sólo simplifica el papeleo", explica McLaughlin. "Puede reducir costes, mejorar la transparencia y alinear las inversiones con las necesidades de divisas e ingresos de su nueva vida en Portugal. Gestionarlo todo en una estructura coherente también proporciona un control mucho mayor a la hora de reducir las pensiones".

Añade que las pensiones son vehículos de inversión, no cuentas de ahorro. "El rendimiento de su cartera dentro de la pensión tiene un impacto directo en la duración de su dinero. Revisar regularmente la asignación de activos, el riesgo y los costes es crucial, especialmente en la jubilación, cuando la preservación del capital se convierte en el objetivo."

Cambian las implicaciones para la herencia

A partir de 2027, los fondos de pensiones no utilizados en algunos países estarán sujetos por primera vez al impuesto de sucesiones. Para los jubilados internacionales, ese cambio podría tener consecuencias importantes.

"Muchos expatriados han confiado en las pensiones como una forma de transmitir el patrimonio de manera eficiente a la familia", afirma McLaughlin. "Esta ventaja se está erosionando. Todavía hay margen para planificar, sobre todo para los residentes de larga duración en el extranjero, pero las opciones se reducen con el tiempo. Actuar con tiempo permite estructurar el patrimonio de forma que se protejan tanto los ingresos como la herencia."

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Claridad ahora significa comodidad después

McLaughlin cree que el mayor error es esperar al primer pago para buscar asesoramiento. "En ese momento, la estructura suele estar establecida y las implicaciones fiscales ya están en marcha", afirma. "Tomarse el tiempo necesario para confirmar la residencia, emitir los códigos y completar la consolidación antes de que empiecen a fluir los ingresos significa tener el control desde el primer día".

Y añade: "Portugal ofrece a los expatriados una base estable y atractiva para la jubilación. Los marcos jurídicos son claros y los acuerdos fiscales están ahí para ser utilizados, pero sólo funcionan para quienes planifican con antelación. Obtener asesoramiento experto y transfronterizo no es un lujo; forma parte de la protección de tus ingresos futuros".

Para la creciente comunidad de expatriados, esa claridad puede significar la diferencia entre una jubilación segura y una costosa sorpresa.

por la redacción