Esta demostración, la primera de este tipo, utilizó una tecnología que ofrece a las centrales de gas natural la posibilidad de capturar 150.000 toneladas métricas adicionales de CO2 cada año.

En términos de emisiones, en comparación con el carbón y el petróleo, la naturaleza de la combustión del gas natural permite aprovechar mejor el CO2 liberado en el proceso.