En un comunicado emitido desde su base en Vila Nova da Barquinha, en el distrito de Santarém, el movimiento argumenta que la estrategia prioriza la expansión de sectores como la agroindustria, la banca, la construcción y el sector inmobiliario a expensas de la sostenibilidad medioambiental y el bienestar de las comunidades.

Presentada como parte de la consulta pública en el portal Participa, la oposición de proTEJOdestaca el riesgo que suponen las infraestructuras propuestas, entre las que se incluyen nuevas presas, trasvases de agua y sistemas hidráulicos. Según el grupo, estos proyectos están siendo apresurados por un gobierno provisional, con una visión económica a corto plazo que ignora las consecuencias ecológicas a largo plazo.

El movimiento también advierte de que muchos de estos proyectos, como los trasvases de agua a gran escala entre cuencas fluviales y los planes de regadío extensivos, carecen de consenso público y es probable que se infrautilicen. Las "autopistas del agua" propuestas entre las cuencas del Duero, Mondego, Tajo y Guadiana pueden propagar la contaminación y las especies invasoras, amenazando los ecosistemas acuáticos.

Además, proTEJO critica el énfasis de la estrategia en la expansión del regadío, hasta un 30% más, sin claridad sobre su propósito o beneficiarios. El grupo afirma que el plan deja de lado alternativas sostenibles, como la agricultura regenerativa, los bosques biodiversos, las soluciones de ingeniería natural y la restauración de humedales para mejorar la infiltración del agua.

Entre las preocupaciones regionales específicas se incluyen la presa propuesta en Constância/Praia do Ribatejo, el estudio de conexión de la cuenca del Tejo-Guadiana y una nueva gran presa en el río Ocreza, todas ellas rechazadas por proTEJO.

En general, el movimiento considera que la estrategia no equilibra los objetivos económicos con la responsabilidad ecológica y social, lo que en última instancia socava la sostenibilidad hídrica de Portugal a medio y largo plazo.