La escuela ha superado a algunas de las instituciones más elitistas del mundo, como el MIT, Stanford, Harvard y Cambridge.
Lanzada en Oporto en 2022, 42 se hizo rápidamente un nombre como modelo educativo disruptivo e inclusivo. Sin clases tradicionales, profesores ni tasas de matrícula, la escuela ofrece un entorno de aprendizaje alternativo centrado en la autonomía, la colaboración y la resolución de problemas de primera mano. Los estudiantes progresan a través de retos de codificación del mundo real y revisiones entre iguales, aprendiendo haciendo en lugar de escuchando.
Esta reimaginación radical de la educación es precisamente lo que pretende destacar la clasificación WURI. En lugar de centrarse en el prestigio académico o la producción investigadora, WURI evalúa las instituciones en función de su capacidad para fomentar la innovación, la responsabilidad social y el impacto en el mundo real.
El hecho de que la 42 de Oporto haya escalado hasta el tercer puesto mundial en pocos años dice mucho no sólo de su modelo, sino también del compromiso de la ciudad de Oporto con una educación orientada al futuro.
En reconocimiento del rápido crecimiento de la escuela y de su contribución a la sociedad, el Ayuntamiento de Oporto ha renovado su apoyo al proyecto, firmando un nuevo contrato con la Associação 101010 Portugal, entidad que gestiona 42 Porto, por valor de 250.000 euros. La financiación contribuirá al desarrollo y la accesibilidad continuos de la escuela, garantizando que la educación digital de alta calidad siga estando abierta a todos, independientemente de su procedencia o cualificaciones académicas previas.
El alcalde Rui Moreira ha expresado en repetidas ocasiones su apoyo a 42, considerándola una pieza crucial de la estrategia de transformación digital de Oporto. Al fomentar el talento local en áreas como la programación, la ciberseguridad y la ciencia de datos, 42 Oporto está ayudando a crear una mano de obra preparada para el futuro que puede contribuir a los ecosistemas tecnológicos nacionales e internacionales.
Lo que hace que el éxito de 42 sea aún más convincente es su fuerte énfasis en la inclusión. No hay prerrequisitos académicos ni límites de edad, y los estudiantes son seleccionados en función de su aptitud para resolver problemas y su determinación, no evaluando puntuaciones o diplomas. Es un entorno en el que pueden prosperar personas de todas las profesiones, ya sean recién graduados de secundaria, personas que han cambiado de carrera o codificadores autodidactas.
Con campus en más de treinta países, la red 42 es conocida por producir profesionales de la tecnología altamente cualificados. El campus de Oporto no es una excepción. Sus estudiantes ya han empezado a colaborar con empresas emergentes locales, proyectos de código abierto y grandes empresas tecnológicas, lo que refuerza la reputación de Portugal como centro emergente de innovación y emprendimiento digital.
Este reconocimiento de la WURI no es sólo una victoria para 42 Oporto, sino también para un nuevo tipo de educación. Una que valora la creatividad, el valor y la colaboración por encima del aprendizaje memorístico y las métricas convencionales.
Mientras Portugal sigue invirtiendo en tecnología e innovación, instituciones como 42 Oporto ofrecen un modelo de cómo las ciudades y las comunidades pueden replantearse la educación para hacer frente a los retos y oportunidades del mañana.