El programa 1º Direito, considerado una de las principales respuestas a la crisis de la vivienda, está exacerbando las desigualdades regionales en Portugal. Según datos recientes, más de dos tercios de las viviendas financiadas en el marco de esta iniciativa se concentran en las áreas metropolitanas de Lisboa y Oporto, dejando al resto de regiones con una cuota mucho menor de inversión pública en vivienda asequible.
Según Público, el programa, creado en 2017 para aumentar el parque público de viviendas y reducir la carga de los costes de la vivienda, ya ha aprobado más de 2.300 millones de euros para la construcción y renovación de 32.000 viviendas. Sin embargo, "casi el 70% de estas viviendas se encuentran en las áreas metropolitanas de Lisboa y Oporto", y más del 63% de la cantidad aprobada se destina a las mismas regiones. Estos datos fueron recogidos por el investigador Aitor Varea Oro, de la Universidad de Oporto, y contribuyen a poner de manifiesto el desequilibrio territorial en la aplicación del programa.
El periódico señala que, a pesar de la mayor densidad de población en estas zonas, la falta de viviendas asequibles es generalizada en todo el país. Incluso municipios más pequeños, como Portalegre y Bragança, se enfrentan a la falta de oferta y al aumento de los precios. Muchos investigadores creen que esta disparidad en la distribución de los recursos también se debe a la "mayor capacidad técnica e institucional" de los municipios metropolitanos, que pueden aprobar y ejecutar las solicitudes con mayor rapidez. Un estudio citado por la publicación concluye que un municipio de la región de Lisboa tiene un 94% de posibilidades de obtener financiación, mientras que un municipio similar de la región Centro sólo tiene un 48%.
Otro factor que contribuye a esta desigualdad es la forma en que se asignan las inversiones. La mayor parte de los fondos del 1º Direito se destinan a la renovación y no a la construcción de nuevas viviendas: sólo 6.708 serán nuevas, de las cuales 4.268 están en Lisboa y Oporto. Público también destaca que la inversión media por vivienda, unos 72.000 euros, "está muy por debajo del coste medio de construcción estimado", lo que plantea dudas sobre el calado de las intervenciones realizadas.
Por ahora, a pesar del refuerzo del programa anunciado por el Gobierno, el 1º Direito revela un panorama desigual: mientras las grandes ciudades suman inversiones y nuevas viviendas, el interior sigue luchando por dar el primer paso para responder a la crisis de la vivienda.