A diferencia de otros programas Golden Visa, se distingue por ofrecer una vía directa hacia la residencia permanente o la ciudadanía portuguesa en solo cinco años.

Desde su lanzamiento en 2012, ha concedido la residencia a más de 12.000 inversores internacionales y sus familias, recaudando más de 7.500 millones de euros. La Golden Visa portuguesa ofrece una serie de opciones de inversión relativamente asequibles, como la creación de empresas, la donación y la inversión en fondos.

La inversión mínima oscila entre una donación de 200.000 euros y una inversión en fondos de 500.000 euros para obtener un permiso de residencia, y el plazo de tramitación del Golden Visa portugués es de aproximadamente 8 a 12 meses.

El 23 de junio de 2025, el Gobierno portugués propuso cambios en la ley de nacionalidad que pueden afectar a los titulares del Golden Visa, como la ampliación de cinco a diez años del periodo mínimo de residencia necesario para solicitar la nacionalidad.

Además, los nuevos requisitos para la naturalización son un dominio de la lengua portuguesa de dos niveles, una prueba de conocimientos cívicos y carecer de antecedentes penales por delitos castigados con penas de prisión.

Estas reformas han puesto fin a la elegibilidad del sector inmobiliario, redirigiendo el capital extranjero hacia los fondos de inversión, y los solicitantes de riqueza optan cada vez más por el capital riesgo y los fondos de capital privado, algunos de los cuales se diversifican en otros activos, incluidos los coches clásicos.

Este cambio pretende estimular la innovación y el crecimiento empresarial, al tiempo que alivia la presión sobre el mercado inmobiliario portugués e impulsa la diversificación económica.