El análisis, coordinado por los economistas João B. Duarte y Pedro Brinca, revela que este deporte "constituye un motor de desarrollo económico y territorial", con "impactos significativos en el empleo, la recaudación fiscal y la valorización del patrimonio inmobiliario turístico".
En Portugal, el sector "va mucho más allá del deporte en sí, abarcando una amplia cadena de valor que incluye los sectores de la construcción, inmobiliario y de servicios inmobiliarios, el desarrollo turístico y el turismo residencial", afirma el Consejo Nacional de la Industria del Golf(CNIG) en un comunicado relativo al estudio, y recogido por Eco.
En cifras, en la última década, el impacto de la industria del golf se ha traducido, además de en una producción total de 760,5 millones de euros, en un Valor Añadido Bruto (VAB) de 407,9 millones de euros, unos ingresos fiscales (IVA e IRPF) de 70,2 millones de euros y unas remuneraciones de 143,5 millones de euros.
El estudio, titulado "Evaluación del impacto de la industria del golf en Portugal a través del turismo residencial y el mercado inmobiliario", detalla que el componente de la construcción representa la mayor parte del impacto económico del sector, con una producción valorada en 679 millones de euros y un VAB de 344 millones.
Por su parte, las actividades inmobiliarias de venta y reventa asociadas al golf suman 81 millones de euros, "reflejo de la creciente demanda de urbanizaciones turísticas con campos de golf o cerca de ellos".
En el mercado laboral, este deporte es responsable de la creación de una media de 810 puestos de trabajo al año, con contratos a tiempo completo.
Sector inmobiliario
En cuanto al peso del golf en el turismo residencial y en el sector inmobiliario, esta industria representa el 12% del total de la construcción de alojamientos turísticos y resorts, el 12% de la intermediación en la venta y el 24% de la intermediación en la reventa. En total, se contabilizaron 9.266 unidades de alojamiento en campos de golf en Portugal en 2024, de las cuales 2.595 fueron autorizadas en los últimos diez años, según el Registro Nacional de Empresas Turísticas (RNET).
Durante la década analizada, la inversión (neta de importaciones) en unidades de nueva licencia alcanzó los 270,29 millones de euros, mientras que la intermediación inmobiliaria en la venta y reventa de unidades se estima en 58,76 millones de euros.
"Además, las propiedades situadas dentro o alrededor de campos de golf se revalorizan un 20%", señala el estudio, que destaca que estas cifras "demuestran el papel central" de este deporte en el posicionamiento del país como destino turístico y de inversión residencial de alta calidad.
Las mayores primas, según el documento, se concentran en las propiedades adyacentes o con vistas directas a los campos, mientras que el efecto lineal de la distancia tiende a disiparse. Según datos de European Tour Destinations, la "prima inmobiliaria" asociada a la proximidad de campos de golf es, de media, un 19% superior en comparación con las propiedades situadas fuera de estas urbanizaciones.
Sector estratégico
Los resultados de este estudio "confirman que el golf es un sector estratégico para el país, con efectos estructurales que van más allá del turismo y se extienden a la construcción y la inversión residencial. Es un activo económico con una fuerte capacidad de creación de valor y empleo", afirma João B. Duarte, uno de los coordinadores del estudio, citado en la nota de prensa del CNIG.
Nuno Sepúlveda, presidente de la asociación que representa al sector en el país, subraya que "estos datos confirman, basados en evidencias científicas, la relevancia económica y social de la industria del golf en Portugal."
"El sector es hoy un pilar del turismo de calidad y un factor de competitividad internacional del país, que debe ser valorado".







