El sistema sanitario y de asistencia social recurre ahora a la tecnología, utilizando el seguimiento por GPS, el diagnóstico por inteligencia artificial y los robots asistenciales para ayudar a los pacientes. Las iniciativas comunitarias, como los cafés "amigos de la demencia", ponen de relieve la importancia que sigue teniendo la interacción humana junto a la tecnología.

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Las personas de 65 años o más representan ya casi el 30% de la población de Japón, y el Gobierno calcula que los costes relacionados con la demencia aumentarán hasta los 14 billones de yenes en 2030 y los ha identificado como uno de los principales retos políticos. Las nuevas herramientas van desde etiquetas GPS para llevar puestas y sistemas de alerta comunitaria hasta análisis de la marcha con inteligencia artificial y robots humanoides experimentales.