Según el abogado Paulo Valério, la operación incluye "el edificio, la maquinaria y el equipamiento, en un paquete integrado", estando previsto que la adjudicación recaiga en "quien presente la oferta más alta" para la adquisición de la fábrica ubicada en el municipio de Constância, distrito de Santarém.

La venta de la unidad fabril, que opera en la parroquia de Montalvo desde 1980, será promovida por KPMG y deberá comenzar "en las próximas semanas", indicó el abogado.

"El proceso de venta será promovido por KPMG, contratado para este fin por la masa insolvente, e implica la venta de la empresa en su conjunto", explicó Paulo Valério, añadiendo que el método será a través de "ofertas selladas, que se abrirán en presencia del Administrador Judicial."

El abogado afirmó que se ha definido un valor mínimo de 10 millones de euros para la transacción.

"La fábrica deberá adjudicarse a quien presente la oferta más alta, siempre que cumpla las condiciones que se establezcan, a saber, la constitución de una garantía y un plazo para la ejecución de la escritura", declaró.

La valoración del complejo industrial es de 8,59 millones de euros, según los valores actualizados facilitados a Lusa.

Los bienes muebles están valorados en 3,9 millones de euros, los inmuebles en 4,67 millones y la finca rústica en 12.000 euros.

Deudas laborales

En cuanto a las deudas laborales, Paulo Valério confirmó que los cerca de 200 trabajadores que se quedaron en paro son los mayores acreedores del proceso.

"La deuda con los trabajadores es de 9,074 millones de euros", afirmó, añadiendo que cerca de un tercio del importe "ya fue liquidado por el Fondo de Garantía Salarial el mes pasado", una situación confirmada a Lusa por los trabajadores y por el alcalde, que ha seguido de cerca el proceso.

"Es un derecho que los trabajadores tienen y que les garantiza cierto apoyo en esta fase difícil, mientras continúa el proceso de venta de la fábrica de Montalvo", dijo Sérgio Oliveira, señalando que "sólo con la venta de estos activos podrán recibir la indemnización a la que tienen derecho".

El pasivo total reconocido es de 11,47 millones de euros, y el Comité de Acreedores espera que el producto de la venta permita "el reembolso íntegro de las reclamaciones de los trabajadores", aunque esto dependerá "de las propuestas efectivamente presentadas".

Paralelamente, está en marcha el cobro de las deudas internacionales del grupo Tupperware.

"También se está impulsando el cobro de las deudas de las empresas internacionales del grupo Tupperware, especialmente en Irlanda y Suiza, que ascienden a más de 15 millones de euros", confirmó.

El futuro de la fábrica sigue siendo incierto, y posiblemente implique la continuación de la actividad industrial en el mismo sector. Sin embargo, la producción de artículos de la marca Tupperware no está garantizada.

"La producción específica de productos Tupperware dependería de la obtención de una licencia a tal efecto, lo que no es el caso", advirtió el abogado.

Aun así, "nada impide que un potencial comprador de la fábrica negocie con los titulares de los derechos de propiedad industrial de la marca para obtener dicha licencia en el futuro."

La fábrica de Montalvo, que llegó a emplear a unos 260 trabajadores, cesó su producción en enero y fue declarada insolvente el 10 de febrero, tras la retirada de las licencias de producción y comercialización de la marca Tupperware en Portugal.

La fábrica de Tupperware en Montalvo estaba controlada por la empresa Tupperware Indústria Lusitana de Artigos Domésticos, que a su vez estaba participada en un 74% por Tupperware Portugal - Artigos Domésticos Unipessoal Lda y en un 26% por Tupperware Iberia.