"El Gobierno no está reformando el Código Laboral, está poniendo a prueba al país. Está probando cuántas horas se pueden ampliar, cuántos derechos se pueden revocar, cuántos convenios colectivos pueden caducar, cuántas huelgas se pueden vaciar con decretos de servicios mínimos", argumentó el sindicato en un comunicado enviado a sus afiliados.
Por ello, el SNPVAC (Sindicato Nacional del Personal de Vuelo de la Aviación Civil) ha solicitado al presidente de la Asamblea General que programe una asamblea de urgencia, en una fecha aún por anunciar, al considerar que "todos estos cambios tienen enormes repercusiones en el sector de la aviación".
El sindicato rechazó las declaraciones del presidente del Gobierno, Luís Montenegro, quien acusó a las centrales sindicales CGTP y UGT y a los sindicatos de "oportunismo político" por haber convocado una huelga general conjunta.
"El verdadero oportunismo es utilizar el poder político para poner a prueba la paciencia y la dignidad de todo un país, mientras se llama 'reforma' al desmantelamiento de las garantías laborales", subrayó.
Para el SNPVAC, las palabras de Luís Montenegro revelan "una visión profundamente injusta e irrespetuosa del papel del movimiento sindical" y constituyen un discurso "que intenta transformar a los sindicatos en enemigos de la economía".
"No hay modernidad cuando se legisla contra los que trabajan. Y no hay diálogo social cuando el Gobierno responde a las protestas con acusaciones de oportunismo", subraya el sindicato, que considera que el proyecto de reforma laboral del Gobierno "es un retroceso civilizatorio sin precedentes que ni siquiera está alineado con las economías que este Gobierno toma como referencia."
La CGTP y UGT anunciaron una huelga general para el 11 de diciembre contra la propuesta del Gobierno, en la que será la primera huelga conjunta desde junio de 2013, cuando Portugal estaba bajo la intervención de la 'troika'.







