Roberto Martínez concedió una extensa entrevista a Adebayo Akinfenwa (ex delantero de clubes como Wycombe Wanderers, Northampton Town o Swansea City, que en su día fue conocido como el "jugador más fuerte del mundo"), en el canal de YouTube 'Beast Mode On', en la que se 'sinceró' sobre cómo ha sido trabajar con Cristiano Ronaldo en la selección portuguesa.

"El éxito altera su compromiso con el siguiente logro. Cuando ganas algo, al día siguiente hay menos hambre. Cristiano es una persona y un jugador que no deja que lo que pasó ayer, sea lo que sea, afecte a lo que hace hoy. No sé si es genético o si es posible trabajarlo, pero es la realidad. Tiene esta increíble necesidad de aprovechar cada día para ser lo mejor que pueda", comenzó afirmando.

"Esto puede ser a nivel de recuperación, entrenamiento, finalización o cualquier aspecto que él sienta que necesita trabajar. No dejará que nada afecte a lo que pueda mejorar. No importa si marca un hat trick o falla tres oportunidades, su preparación, en cuanto suena el pitido final, y siempre será metódica y perfecta", prosiguió.

"Eso es algo que le ha dado longevidad. Siempre he dicho que un futbolista se retira cuando el cuerpo le dice al cerebro: 'Escucha, estoy acabado'. Con Cristiano aprendí que no es así. Es el cerebro el que le dice al cuerpo que es hora de terminar. Tiene esa capacidad de querer ser el mejor, cada día. Nunca había visto esa hambre", añadió.

Trato preferente

Roberto Martínez también aprovechó para negar que Cristiano Ronaldo sea objeto de un trato preferencial en la selección: "Por encima de todo, tenemos que tratar a cada jugador de forma individual, diferente. No hay dos personas iguales. Obviamente, tenemos a Cristiano Ronaldo, el jugador, que, en el vestuario, es alguien que quiere prepararse de la mejor manera posible."

"Lo que ha conseguido a lo largo de su carrera, y la longevidad que tiene, es gracias a su meticulosidad. Es un ganador, es una persona hambrienta. Tenemos que estar a su altura. Lo importante es estar siempre a la altura de las expectativas de cada jugador en el espacio en el que trabajamos. Luego, hay otro fenómeno que no podemos controlar, que es el ruido", reflexionó.

"Estamos hablando de alguien que es más que un futbolista, es alguien cuyos números en las redes sociales demuestran que es seguido mucho más allá del mundo del fútbol. Estamos hablando de 600 millones de seguidores. Es probablemente la persona más famosa del mundo. Eso no dice nada sobre cuáles son nuestras exigencias y las suyas, en el vestuario", añadió.

"Siempre tenemos que sacar lo mejor de nuestros jugadores, y tenemos que crear un ambiente propicio para ello. El resto, tenemos que reconocerlo como ruido, y si no afecta al grupo internamente, tenemos que aceptarlo como lo que es. No se puede perder el tiempo intentando cambiar eso, porque es imposible de controlar", concluyó.