El director ejecutivo de la Fundación de la Construcción, Carlos Mineiro Aires, declaró a Lusa: "Entiendo que el Gobierno esté preocupado por la capacidad de las empresas portuguesas cuando tiene que llevar a cabo una inversión de 50.000 millones de euros en obras públicas en un plazo relativamente corto. Pero la pregunta se planteó al revés".

"Primero tendrían que haber hablado con las empresas nacionales", porque éstas "tienen capacidad" para la construcción y "están ganando fuerza" para competir por los grandes proyectos que el Gobierno pretende poner en marcha, como el nuevo aeropuerto de Lisboa, el tercer paso del Tajo, las líneas ferroviarias de alta velocidad, los hospitales y la vivienda, afirmó.

El responsable de la nueva Fundación de la Construcción, creada en octubre por tres colegios profesionales -economistas, arquitectos e ingenieros- y por 14 empresas de construcción, diseño e inspección, se refería a noticias recientes sobre contactos entre funcionarios del Gobierno portugués y empresas de capital turco y chino para promover las inversiones previstas en Portugal en los próximos años.

En octubre, una misión de empresarios turcos de la construcción vino a Portugal, con el apoyo de la Secretaría de Estado de Infraestructuras y de la AICEP, después de que el propio Secretario de Estado, Hugo Espírito Santo, y el Ministro de Infraestructuras, Miguel Pinto Luz, estuvieran en Turquía en agosto.

"Asociaciones

La semana pasada, durante una visita a la Asociación Portuguesa de Proyectistas y Consultores(APPC), Hugo Espírito Santo dijo, citado por el diario Expresso, que las empresas portuguesas deberían "asociarse" con empresas internacionales, y que el país necesita "constructoras más grandes, capaces de acometer estos proyectos, que son proyectos de riesgo."

"Las empresas portuguesas siempre han trabajado junto con empresas extranjeras", recordó Mineiro Aires, afirmando que es deseable que "el liderazgo de cualquier consorcio, de cualquier contrato, sea siempre portugués."

Criticando al Gobierno por no contemplar esta posibilidad, explicó que "las empresas extranjeras no aportan nada, ni contratan ingenieros portugueses. Sólo adquieren lo mínimo" para el proyecto.

Además, "practican el dumping" e "intentan encontrar justificaciones para revisar los precios, lo que se traduce en aumento de costes y retrasos en los proyectos."

"Mano de obra

Para el director ejecutivo de la Fundación de la Construcción, el mayor problema del sector "es, sin duda, la falta de mano de obra". Uno de los objetivos de la Fundación es precisamente "formar mano de obra cualificada".

Recordando que la crisis financiera destruyó aproximadamente 350.000 puestos de trabajo en la construcción en Portugal, el funcionario señaló una escasez actual "de alrededor de 50.000 trabajadores, más o menos cualificados".

"También faltan ingenieros, mandos intermedios y capataces de obra, que tienen un valor inmenso", añadió.

La solución es "reclutar a los trabajadores que emigraron durante la crisis", pagándoles "salarios suficientemente atractivos" y, simultáneamente, "estructurar un flujo migratorio con los países PALOP y Brasil."

"Sin perjuicio de recurrir a otras nacionalidades, tenemos un vasto mercado donde se habla nuestra lengua y donde la contratación es más fácil", argumentó el ex presidente, refiriéndose a los países de lengua portuguesa.

Restricciones

Las recientes restricciones a la entrada de inmigrantes en Portugal son vistas con preocupación. "Pasamos de 80 a ocho, y esto, junto con la incitación al odio, disuadirá a la gente de venir a Portugal". Pero "no es realista pensar que si cerramos el 'grifo', el país seguirá creciendo", añadió.

Otro problema del sector son las licitaciones, y el director ejecutivo de la Fundación de la Construcción aboga por una amplia revisión legal o incluso por la publicación de un nuevo código, ya que el actual, aunque ha sido objeto de 15 revisiones, sigue funcionando como "un estrangulamiento", provocando "muchas peleas y retrasos irreparables".

"Mis colegas ingenieros, dignos, competentes y conocedores, que están a cargo de los dueños de los proyectos, se inhiben si no eligen la propuesta más barata", bromeó, explicando que "si alguien adjudica un proyecto al tercer oferente porque es el mejor y no intenta arreglar más trabajo, corre el riesgo de aparecer en la tapa del diario, acusado de corrupción y negocios turbios".

Según Mineiro Aires, "hay que contrarrestar esto", porque "quien no tiene márgenes de beneficio no puede pagar bien a los trabajadores".

"Proyectos "apresurados

Otra consecuencia es que "los proyectos pierden calidad por las prisas. Para no perder fondos, todo se hace con prisas, lo que se traduce en proyectos débiles y precios deficientes". "Son debilidades que hay que combatir".

La Fundación de la Construcción, creada con una dotación inicial de 283.000 euros, pretende poner en marcha un Observatorio de la Construcción que proporcione información relevante sobre la actividad en Portugal, en concreto sobre licitaciones públicas, adjudicaciones, precios, plazos, tipo de empresas, consumo, número de trabajadores y niveles salariales, entre otros.

Mineiro Aires explica además que la Fundación pretende "contribuir con la sociedad" y "mejorar la percepción de lo que es la ingeniería nacional, cuáles son los problemas del país y cuáles son los problemas de la construcción".

"Estamos en un espacio abierto, en una competencia abierta, pero es necesario defender la ingeniería nacional", dijo.

Afirmando que pretende "asociarse con las asociaciones del sector y trabajar conjuntamente con todos los actores y partes interesadas en el área de la construcción", no oculta su deseo de interactuar con el Gobierno en la toma de decisiones.

"Hay asuntos en los que podemos contribuir para ayudar al Gobierno a tomar mejores decisiones", añadió.