Las costas septentrional y central presentan espectaculares acantilados que caen en playas de arena blanca. En el interior, el norte se caracteriza por zonas montañosas y accidentadas con tierras fértiles, mientras que el sur se extiende en llanuras más secas, con colinas onduladas y una amplia llanura costera. El río Tajo actúa como frontera física y natural, y divide la Península Ibérica en regiones distintas.

Me preguntaba: ¿en qué momento una colina se convierte en montaña? ¿Cuándo un arroyo se convierte en río? ¿Cómo es que algunas de nuestras playas son de arena y otras de guijarros, y cómo es que los guijarros se vuelven redondos y lisos?

La cuestión de la montaña no tiene una regla empírica. Todo tiene que ver con la altura y la pendiente, y se mide desde el nivel del mar, considerándose montaña cualquier pico que supere los 2.500 metros. En Portugal hay montañas y colinas que constituyen una parte importante del terreno del país, aunque el pico más alto del continente es el Torre, en la Serra da Estrela, que alcanza los 1.993 metros, por lo que técnicamente no es una montaña.

Los ríos parecen bastante sencillos: un arroyo se convierte en río cuando la anchura de su cauce alcanza los 15 metros. Un arroyo puede recibir muchos nombres: riachuelo, riachuelo, arroyo, arroyo, arroyo afluente y otros, por lo que quizá no sea tan fácil de describir como se pensaba en un principio, pero aquí se denominan simplemente "ribeira" o "córrego".Portugal tiene numerosos ríos, varios de ellos importantes como el Tajo, el Duero, el Guadiana y el Miño, con innumerables arroyos, algunos de los cuales se secan y desaparecen por completo en los meses de verano.

Arena y guijarros son todas las rocas

Esto nos lleva a las playas y a los humildes guijarros. Su vida comienza como un trozo de roca, pero debido a la fuerza del océano y a las implacables fuerzas de la erosión y la intemperie, con el tiempo las olas y las mareas las desgastan lenta pero inexorablemente. El movimiento constante del mar hace que las rocas se agrieten y se rompan, lo que crea trozos cada vez más pequeños que rozan continuamente entre sí y se desgastan. Cada vez son más pequeñas y redondeadas, proceso que se denomina "atrición", y acaban formando los guijarros lisos y redondeados que conocemos. Este proceso puede durar miles de años, ya que las olas y las mareas del océano agitan constantemente los guijarros.


A medida que los guijarros son arrastrados por la costa, son sometidos a un proceso conocido como "clasificación", en el que las corrientes y las mareas del océano clasifican de forma natural los guijarros por tamaño y forma, depositándolos en la playa en un orden específico. Los guijarros grandes se depositan primero, más cerca de la orilla. Los guijarros más pequeños y ligeros -quizá arenisca o caliza- son arrastrados hacia la parte alta de la playa, donde quedan en una capa sobre los guijarros más grandes. Este proceso de clasificación es lo que confiere a las playas su característico "gradiente de guijarros", con pequeños cambios graduales que se producen a lo largo de miles de años.

Pero la historia de los guijarros de playa no acaba aquí. A medida que las olas y las mareas van desgastando los guijarros, acaban convirtiéndose en pequeños granos de arena arrastrados por el viento o el agua. Durante largos periodos de tiempo, la arena también puede volver a convertirse en roca a través de procesos geológicos en los que los sedimentos, incluida la arena, se compactan y cementan, y el ciclo vuelve a empezar.

Dejar sólo huellas y hacer sólo fotos

El litoral portugués cuenta con más de 850 kilómetros de playas de arena, 200 de ellos en el Algarve. Las playas de guijarros o piedras son menos comunes, pero la Praia do Belinho, en el norte, cuenta con cientos de preciosos guijarros redondos de varios tamaños. Si le apetece llevarse algunos a casa, no lo haga: no es legal retirar guijarros de las playas, ya que la extracción de materiales naturales puede ser perjudicial para el medio ambiente, y en la actualidad, una media de 0,24 metros de tierra se pierden anualmente a causa de la erosión a lo largo de nuestro litoral. Cada vez son más los estudios que advierten de que la velocidad de la erosión costera se verá agravada por el aumento del nivel del mar y otros efectos del cambio climático, así que, por favor, ¡no empeoremos la situación!

Los guijarros pueden parecer rocas insignificantes, pero forman parte de las fuerzas que moldean nuestras costas y del interminable ciclo de erosión y meteorización que da forma a la Madre Tierra.