Se ha determinado que este rasgo tiene 16 millones de años de antigüedad e incluye sedimentos volcánicos que podrían contener entre 20 y 40 millones de toneladas métricas de litio, lo que podría impulsar la producción nacional de baterías.
Aunque los economistas sostienen que el elevado precio de mercado del litio representa una oportunidad para impulsar el desarrollo regional, las comunidades locales han expresado su preocupación por el impacto en la fauna y los lugares de interés cultural.