En una nota enviada a las redacciones, el Ejército destaca la presencia actual de tres destacamentos de ingenieros en las regiones de Trancoso y Tabuaço para crear franjas de contención, mejorar los accesos y apoyar la lucha directa contra el fuego, y de equipos de extinción en Vila Real y Ribeira de Pena para eliminar la "combustión viva" y aislar el "material humeante."
El Ejército también cuenta con equipos de vigilancia y detección "distribuidos por todo el país, controlando los riesgos y actuando de forma preventiva para salvaguardar vidas y bienes."
En total, esta rama de las Fuerzas Armadas ha movilizado este año a 2.985 militares y 1.291 vehículos, habiendo recorrido ya cerca de 225.000 kilómetros y acumulado 7.655 horas de misión distribuidas en 16 distritos.
En la actualidad, el Ejército realiza 16 patrullas diarias de vigilancia y detección dependientes del ICNF (Instituto para la Conservación de la Naturaleza y los Bosques), otra a nivel municipal y diez del Plan Revelles, lo que suma un total de 34 patrullas diarias sobre el terreno.
En la nota enviada a las redacciones, el Ejército subraya su "constante y decidido esfuerzo para combatir los grandes incendios que asolan el país, operando en múltiples frentes para apoyar a la población y proteger el patrimonio natural".
El 18 de julio, el Jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas (CEMGFA) anunció que aproximadamente seis mil miembros del servicio participarán este año en operaciones de vigilancia, disuasión de incendios rurales y concienciación de la comunidad.