La confirmación fue dada por el propio Ayuntamiento de Faro, que tendrá que convocar un concurso público para este proyecto, que se prevé que cueste cerca de dos millones de euros, según un informe de Sul Informação.
El ayuntamiento dijo que se trataba de "una decisión difícil" y reconoció que tendrá "impactos significativos en la comunidad, en particular en los clubes deportivos que desarrollan allí sus actividades de formación, así como en los numerosos ciudadanos que, individualmente o a través de diversos proyectos municipales, realizan allí sus actividades habituales."
En un comunicado, Rogério Bacalhau subraya que se tratará de una "intervención de gran envergadura" y que, por tanto, no hay posibilidad de que se realice por fases o con las piscinas abiertas al público.
"En los dos últimos años hemos comprado maquinaria, pero como las tuberías están podridas, no es posible mantener la calidad del aire y del agua", explica.
A la pregunta de si este cierre podría haberse evitado con un trabajo de mantenimiento más regular, Rogério Bacalhau dice que no. "Lo hemos venido haciendo en los últimos años, pero hay que tener en cuenta que las piscinas tienen 30 años, por lo que ahora es necesaria esta gran intervención", afirma.
Según el alcalde, el Ayuntamiento ya está "preparando un conjunto de procedimientos y medidas encaminadas a paliar los efectos de este cierre", apoyando a los clubes deportivos afectados y facilitándoles alternativas que "les permitan mantener, en la medida de lo posible, la práctica habitual de las actividades municipales del proyecto Mayores Activos, en cuanto a gimnasia y aeróbic acuático."
Las reformas sólo se llevarán a cabo en las piscinas cubiertas. No hay cambios respecto a las piscinas exteriores, que llevan años cerradas.