En un comunicado, la AFP afirma que sigue de cerca la propuesta de modificación de los requisitos mínimos de servicio y de los horarios de apertura de las farmacias, reconociendo la importancia de "adaptar la respuesta del sector a la realidad actual del sistema sanitario", incluida la coordinación con las unidades de urgencia públicas, privadas y del sector social.

Sin embargo, advierte de que el beneficio efectivo de los usuarios y la viabilidad económica y operativa de las farmacias son "condiciones indispensables" para mantener la red de proximidad que presta asistencia sanitaria a millones de portugueses cada día.

Esta posición de la AFP se produce después de que el fin de semana se anunciara que el Gobierno pretende actualizar los criterios mínimos para que las farmacias puedan operar fuera del horario normal, adaptando su respuesta de emergencia a los sectores del Servicio Nacional de Salud (SNS), privado y social.

Según el diario Público, la nueva normativa exigirá que los horarios de las farmacias se adapten a la organización del SNS en Unidades Sanitarias Locales (ULS), así como a la existencia de servicios de urgencia en los sectores privado y social.

Según el periódico, los municipios están de acuerdo con los principales cambios, pero quieren participar en la definición de los horarios, argumentando que son ellos los que tienen más información sobre las necesidades locales, incluyendo fiestas y eventos, zonas turísticas y aisladas, y horarios de transporte.

La nueva legislación se adapta a la situación actual del sistema de salud (SUS, privado y social) e incorpora cambios realizados durante la pandemia que aún no se habían formalizado.

Por ejemplo -según la información divulgada- en los municipios con una población inferior a 2.500 habitantes por farmacia, con hasta cuatro farmacias y sin servicios de urgencia prestados por el SNS, privados o sociales, al menos una farmacia debe estar abierta en las dos horas siguientes al cierre del centro de salud.

Definición clara

En la nota hecha pública hoy, la AFP advierte de la necesidad de "una definición clara y rigurosa" de los conceptos de atención farmacéutica, distinguiendo entre los distintos tipos de servicio, para evitar ambigüedades que perjudiquen a profesionales y ciudadanos.

Destaca la importancia de adaptar la normativa a la realidad de las zonas escasamente pobladas, permitiendo soluciones flexibles que garanticen una mayor accesibilidad y eficacia, "incluso cuando la farmacia de sustitución se encuentre fuera del municipio, siempre que esté más cerca de la unidad sanitaria."

La asociación también considera imprescindible evaluar cómo los servicios de urgencia del sector privado y social "pueden integrarse en los criterios de atención farmacéutica", así como "evitar cobros desproporcionados que no aporten valor al usuario", como cambios excesivos en los horarios de atención o ampliaciones redundantes de horario cuando la cobertura ya está garantizada.

También expresa su plena disposición a colaborar con el Ministerio de Sanidad y otras autoridades competentes "en el desarrollo de soluciones equilibradas" capaces de garantizar que las farmacias sigan siendo un servicio esencial de la comunidad, caracterizado por "la confianza, la calidad y la atención personalizada."