El Premio Nobel Adolf Butenandt propuso que esta hormona se denominara leuteosterona, mientras que otros investigadores preferían la progestina. Se llegó a un compromiso y la hormona del cuerpo lúteo pasó a denominarse oficialmente "progesterona".

¿Qué es la progesterona?

La progesterona es una hormona natural producida por el cuerpo, principalmente en la segunda mitad del ciclo menstrual. Tras la ovulación, se forma el cuerpo lúteo, que empieza a producir progesterona y prepara el útero para recibir un óvulo fecundado. Si no se produce el embarazo, el cuerpo lúteo se rompe y los niveles de progesterona descienden.

Aunque suele asociarse a la reproducción femenina, los hombres también producen pequeñas cantidades de progesterona en sus glándulas suprarrenales y testículos.

Este artículo se refiere a la progesterona bioidéntica micronizada, que tiene una estructura molecular idéntica a la hormona progesterona que producen naturalmente los ovarios y las glándulas adrenocorticales y que también puede sintetizarse localmente en el cerebro por el colesterol. Esta síntesis local en el cerebro convierte a la progesterona en un neuroesteroide, lo que significa que tiene un papel en el sistema nervioso más allá de sus funciones hormonales tradicionales.

La progesterona bioidéntica se sintetiza a partir de la diosgenina, un compuesto vegetal que se encuentra en el ñame silvestre.

Desgraciadamente, las primeras investigaciones hormonales (de los años 30 a los 90) se centraron sobre todo en las progestinas, lo que llevó durante mucho tiempo a la idea errónea de que sus efectos secundarios eran causados por la propia progesterona natural.

Progesterona frente a progestinas

Las progestinas son versiones sintéticas de la progesterona con estructuras químicas alteradas. Aunque están diseñadas para imitar a la progesterona, las progestinas suelen comportarse de forma diferente en el organismo. Se parecen más a la testosterona y pueden unirse a receptores distintos de la progesterona, lo que a veces provoca efectos secundarios como hipertensión, caída del cabello, alteraciones del estado de ánimo (ansiedad, depresión) y un mayor riesgo de cáncer de mama.

Las progestinas se encuentran en los anticonceptivos orales, los DIU hormonales, los implantes y los anticonceptivos de emergencia. Incluso la píldora de "sólo progesterona" contiene progestina, no progesterona natural.


El término progestágenos se refiere tanto a la progesterona como a las progestinas, lo que a menudo aumenta la confusión.

Aunque tanto la progesterona como las progestinas diluyen el revestimiento uterino, sus efectos generales difieren significativamente.

La progesterona bioidéntica no se empezó a utilizar con fines terapéuticos hasta la década de 1990. Hoy en día, las investigaciones demuestran que puede mejorar la salud del corazón, la densidad ósea, el sueño, el estado de ánimo, ayudar a calmar la epilepsia menstrual e incluso reducir el riesgo de cáncer de mama.

La progesterona en la terapia hormonal

Tradicionalmente, la progesterona se utiliza en combinación con el estradiol (una forma de estrógeno) en la terapia hormonal sustitutiva bioidéntica (BHRT) para mujeres que aún tienen útero, con el fin de reducir el riesgo de cáncer de endometrio. Sin embargo, a diferencia del estrógeno, la progesterona puede utilizarse sola de forma segura.

Pruebas recientes demuestran que las mujeres que se han sometido a una menopausia quirúrgica (ooforectomía bilateral) pueden seguir beneficiándose del tratamiento con progesterona, sobre todo para la salud ósea, mental y del sueño, incluso sin necesidad de proteger el útero.

La salud mental y el ciclo menstrual

Una de las áreas de investigación más apasionantes es el papel de la progesterona en la salud mental.

La progesterona puede sintetizarse en el cerebro, lo que la convierte en un neuroesteroide que se transforma en metabolitos como la alopregnanolona y la pregnanolona, metabolito formado por la enzima 3α-hidroxiesteroide oxidorreductasa, que no debe confundirse con la pregnenolona, que suena igual pero es la hormona esteroide precursora de la progesterona, la testosterona y el cortisol. Estos metabolitos activan los receptores GABA-A, la misma vía calmante del cerebro a la que se dirigen los ansiolíticos.

Este efecto calmante explica por qué algunos profesionales sanitarios utilizan ahora la progesterona natural para tratar la ansiedad, la depresión, la depresión posparto e incluso la epilepsia catamenial.

Papel de la progesterona en la epilepsia catamenial

Se trata de un trastorno convulsivo relacionado con el ciclo menstrual que afecta hasta al 70% de las mujeres epilépticas (fuente: Science Direct). Se caracteriza por un aumento de las crisis durante determinadas fases del ciclo menstrual. Se han descrito tres patrones distintos de epilepsia catamenial: perimenstrual, periovulatoria y fase lútea inadecuada.

La progesterona reduce la susceptibilidad a los ataques, en parte mediante la conversión en neuroesteroides, que mejora la función de los receptores GABAA, inhibiendo así la excitabilidad neuronal.

El tratamiento con progesterona natural ha demostrado su eficacia en mujeres epilépticas. Además, los neuroesteroides han demostrado ser inhibidores muy eficaces de las convulsiones catameniales en modelos animales. Es necesario seguir investigando, pero de momento, los beneficios de la progesterona natural parecen prometedores para esta enfermedad.

Una perspectiva psiquiátrica:

La Dra. Rachel Jones, psiquiatra residente en el Reino Unido, es una de las pioneras en el uso de la progesterona para mejorar la salud mental. A principios de 2025, durante un podcast con la doctora Louise Newson, especialista en menopausia y médico de cabecera de renombre mundial, la doctora Jones comentó sus observaciones: "Las mujeres suelen decir que se sienten bien durante la primera mitad de su ciclo menstrual, pero experimentan un brusco empeoramiento de su estado de ánimo en la segunda mitad, cuando baja la progesterona".

La práctica psiquiátrica habitual suele pasar por alto el historial menstrual, pero la Dra. Jones lo utiliza como herramienta diagnóstica. Señala que muchas mujeres que acaban recibiendo atención psiquiátrica presentan síntomas graves como ideación suicida e inestabilidad emocional, que a menudo se correlacionan con las fluctuaciones hormonales. "Cuando la progesterona cae en picado antes de la menstruación, es cuando mis pacientes se sienten más debilitadas", explica.

Al identificar este patrón, la Dra. Jones descubre que la terapia hormonal puede reducir la necesidad de medicación psiquiátrica. Aunque los antidepresivos pueden seguir desempeñando un papel, a menudo no abordan la causa de fondo, que parece remontarse al desequilibrio hormonal.

Explica que, según su experiencia clínica, "la progesterona es fantástica para el estado de ánimo, la ansiedad, la irritabilidad, la rabia y el sueño. Todos los días en mi clínica, las mujeres me dicen que les ha cambiado la vida".

Cree que los beneficios psicológicos de la progesterona se han pasado por alto durante demasiado tiempo. Aunque al principio anima a las pacientes a seguir tomando medicación psiquiátrica, trabaja con ellas para equilibrar sus hormonas (testosterona, estrógenos y progesterona) antes de plantearse reducir la medicación psiquiátrica.

Una nueva visión de las hormonas y la salud mental

Tanto la Dra. Jones como el Dr. Newson coinciden en que ha llegado el momento de integrar la terapia hormonal en la salud mental, y no reservarla sólo para la menopausia o la anticoncepción.

La Dra. Rachel Rubin, Directora General de la Sociedad Internacional para el Estudio de la Salud Sexual de la Mujer (ISSWSH), se mostró de acuerdo con este punto de vista, en una entrevista reciente con el médico Dr. Peter Attia, declaró: "Las hormonas deben abordarse como parte de una perspectiva de medicina integral, no sólo para la BHRT".

La progesterona es mucho más que una hormona reproductiva. Durante demasiado tiempo se han confundido sus beneficios con los riesgos de las progestinas, y se ha pasado por alto su papel en la salud mental. Ahora, gracias a la creciente investigación y a los conocimientos de los principales médicos de medicina funcional e integrativa, la progesterona bioidéntica se reconoce por fin como una hormona vital para la salud física y emocional.


Author

Nirali is a Peri/menopause coach, health writer and mum. She is a passionate functional medicine advocate, hoping to see a more integrative medical system allowing patients to receive the personalised treatments they deserve. Instagram: @mineralmojo4meno

Nirali Shah-Jackson