La BdP dispone de un servicio encargado de valorar los billetes y monedas degradados (por ejemplo, en incendios, inundaciones o por haber sido enterrados). Tras la tasación, se entrega un valor a los tenedores.
Según el Banco de Portugal, en 2024 se valoraron manualmente 587.489 billetes y se devolvieron 12,4 millones de euros a quienes los presentaron. La mayoría tenían "pliegues, roturas o defectos resultantes de la acción del fuego, la humedad u otros elementos". El banco central también valoró 277.592 monedas y la devolución alcanzó los 60,6 mil euros.
Cualquier ciudadano que tenga billetes destruidos o mutilados (dañados por la humedad, quemados, comidos por animales, entre otros motivos) puede enviarlos al Banco de Portugal para que sean valorados. Para que un billete de euro pueda ser valorado, más del 50% de la superficie del billete debe ser reconstruible, para que su autenticidad pueda ser garantizada por los elementos de seguridad (en el caso de los billetes de escudo, era del 75%).
Si es posible revalorizar el billete degradado, se destruye y se entrega a los ciudadanos el valor equivalente. Si los billetes son irreconocibles, se consideran perdidos, se destruyen y el propietario no recibe ninguna compensación. Todos los casos de billetes destruidos que llegan al Banco de Portugal se denuncian a los tribunales para prevenir posibles delitos.
También se valoran los billetes manchados, por ejemplo, por descargas accidentales de cajeros automáticos o en casos de transporte de dinero. Las monedas, a pesar de ser mucho más resistentes, también se valoran. También es necesario dar fe de su autenticidad y de si el daño no ha sido intencionado.