La SPAC señaló que los problemas operativos han persistido desde septiembre de 2024, afectando directamente a la seguridad, malgastando recursos públicos y minando la confianza tanto de los empleados como de los pasajeros. Entre las principales preocupaciones está el frecuente arrendamiento de aeronaves con tripulación (ACMI) y la continua insistencia en mantener un hub central en Ponta Delgada a pesar de carecer de la infraestructura técnica y logística necesaria.
El sindicato criticó la deficiente planificación de las tripulaciones, la mala gestión de los aeropuertos y la creciente dependencia de las operaciones ACMI, calificándolas de signo de prácticas de gestión anticuadas e ineficaces. SPAC también condenó el silencio del actual consejo de administración, encabezado por Rui Coutinho, en respuesta a estas críticas y expresó su alarma por los resultados financieros no revelados de la aerolínea para 2024, que, según afirma, arrojan dudas sobre la salud financiera de la compañía.
La SPAC pide al Gobierno de las Azores que verifique las credenciales técnicas, financieras y laborales del consorcio Newtour/MS Aviation. También critica las prácticas de gestión, como las frecuentes convocatorias de pilotos para trabajar en días de descanso, la injusta distribución del trabajo, la falta de transparencia en la progresión profesional y el favoritismo en los nombramientos para puestos directivos y técnicos.
Las negociaciones sobre la privatización de Azores Airlines siguen su curso, tras la aprobación por la Comisión Europea en 2022 de un paquete de ayudas estatales portuguesas por valor de 453,25 millones de euros para apoyar la reestructuración de la aerolínea, que incluye la venta de una participación mayoritaria del 51%.