Fundada en 2019 y con sede en Oporto, I-Charging ha conseguido una importante asociación para suministrar alrededor de 1.000 sistemas de carga rápida para vehículos eléctricos al mercado norteamericano. Este hito consolida su trayectoria de rápida expansión internacional y refuerza el papel de Portugal en el cambio global hacia la movilidad sostenible.
Los sistemas desarrollados por la empresa son cargadores rápidos de corriente continua (DCFC) con potencias que van de 50 kW a 400 kW por toma. Esta capacidad permite reducir significativamente los tiempos de carga, un factor crítico para fomentar la adopción generalizada de los vehículos eléctricos. Con el despliegue de esta tecnología en Estados Unidos, I-Charging amplía la reputación que ya se ha labrado en Europa por su innovación, fiabilidad y diseño inteligente en el campo de las infraestructuras de movilidad eléctrica.
Para operar en el exigente mercado norteamericano, las estaciones de recarga de la empresa lograron varias certificaciones esenciales. Entre ellas se incluyen normas internacionales como la ISO 9001 para la gestión de la calidad y la ISO 27001 para la ciberseguridad, así como la certificación ETL exigida en Estados Unidos y la certificación CTEP específica de California para la medición precisa de la energía. Estas homologaciones no solo demuestran el cumplimiento de rigurosos requisitos técnicos, sino que también subrayan la capacidad de la empresa para competir al más alto nivel de las normas mundiales del sector.
Los cargadores están diseñados con la conectividad en su núcleo. Características como la supervisión remota continua, el mantenimiento predictivo, los canales de comunicación independientes y la gestión inteligente de cables garantizan que los operadores puedan mantener la máxima disponibilidad del sistema. Esta combinación de rendimiento, resistencia e inteligencia operativa sitúa a las soluciones de I-Charging entre las más avanzadas del mundo y satisface las necesidades de clientes de propiedades comerciales, municipios y sectores de servicios públicos.
En Europa, I-Charging ya había sido reconocida como una de las empresas tecnológicas de más rápido crecimiento del continente, logrando visibilidad en informes de importantes consultoras que supervisan la innovación y la aceleración empresarial. Su trayectoria de crecimiento refleja una tendencia más amplia en la que las empresas tecnológicas portuguesas están entrando en la escena mundial, compitiendo con éxito con actores internacionales ya establecidos. Al entrar en el mercado estadounidense con un contrato a gran escala, la empresa demuestra que su experiencia es exportable y adaptable a entornos normativos y empresariales muy diferentes.
Los próximos proyectos en Estados Unidos incluyen grandes programas de recarga urbana, como los que se están desarrollando para las redes públicas de las grandes ciudades, donde la demanda de soluciones de recarga fiables y de gran capacidad se está disparando. Con un horizonte inicial de una década de funcionamiento, estos proyectos confirman el compromiso a largo plazo de construir una sólida infraestructura de recarga capaz de soportar la electrificación masiva.
La historia de I-Charging pone de relieve cómo una empresa portuguesa relativamente joven ha aprovechado la innovación, el cumplimiento de normas estrictas y la excelencia tecnológica para establecerse en una de las industrias más competitivas de nuestro tiempo. Su expansión de Europa a Estados Unidos es señal no sólo de su propio éxito, sino también del creciente reconocimiento de Portugal como fuente de soluciones tecnológicas avanzadas con relevancia mundial en la transición hacia la energía limpia y la movilidad sostenible.