Esta semana, con motivo de la celebración en Lisboa de Convergencia Atlántica 2025los líderes mundiales en infraestructura digital se reúnen para debatir cómo la inteligencia artificial, la conectividad y la energía limpia están reconfigurando la economía mundial. Pocos lugares representan mejor esa intersección que el propio Portugal.

El sector de los centros de datos del país se está expandiendo a un ritmo sin precedentes. Según Portugal DC, se prevé que la contribución del sector a la economía nacional se dispare de 160 millones de euros en 2024 a 3.700 millones de euros en 2031. Este crecimiento explosivo se ve impulsado por más de 13 000 millones de euros en inversión directa, ya que las empresas tecnológicas mundiales, los hiperescaladores y los proveedores de infraestructuras de IA consideran a Portugal como el próximo gran centro digital de Europa.

Lo que hace a Portugal tan atractivo es su combinación única de geografía, energía y estabilidad. Con acceso a cables submarinos transatlánticos, una de las mayores cuotas de energía renovable de Europa y una estructura de costes energéticos competitiva, el país está perfectamente situado para albergar la próxima generación de centros de datos sostenibles. Mientras el norte de Europa lucha contra la saturación energética y las limitaciones de suelo, el sur -y Portugal en particular- se adelanta con confianza.

El impacto de esta nueva ola de inversión ya es visible. Se están creando miles de puestos de trabajo altamente cualificados, con previsiones de aumento de 2.800 en 2024 a casi 10.000 en 2031. Se trata de puestos en ingeniería, ciberseguridad y gestión de infraestructuras digitales, campos que definirán el futuro de la economía mundial.

Más allá de las cifras, lo verdaderamente notable es la velocidad y la alineación con la que está actuando Portugal. Los ayuntamientos, los organismos públicos y las empresas privadas colaboran a través de proyectos de interés nacional, incentivos fiscales y marcos acelerados de concesión de licencias. Esta agilidad está dando a Portugal la reputación no sólo de estar abierto a la innovación, sino de estar preparado para ella.

Uno de los últimos ejemplos procede de la región del Alentejo, donde pronto empezará a construirse un nuevo centro de datos de 200 millones de euros que creará más de 60 nuevos puestos de trabajo altamente cualificados. El proyecto pone de relieve el compromiso del país con la descentralización del desarrollo digital, llevando la inversión y las oportunidades más allá de Lisboa y Oporto.

A medida que el mundo acelera hacia un futuro impulsado por la IA, la combinación de energía verde, conectividad y visión de Portugal le confiere una ventaja única. El país se está convirtiendo en un puente entre continentes, uniendo Europa, África y América a través de los datos, la energía y la innovación.

La Convergencia Atlántica que se celebra esta semana en Lisboa es más que una conferencia. Es un símbolo del nuevo Portugal: seguro de sí mismo, conectado y esencial para el futuro de la economía digital.

Portugal ya no es sólo parte de la conversación. Está ayudando a liderarla. Y a medida que el país construye la espina dorsal física y digital del mundo del mañana, su éxito traerá prosperidad no sólo a su economía, sino también a las personas que la forman.

Descargo de responsabilidad: Este artículo se ha escrito con la ayuda de AI.