"Es extremadamente beneficioso para el medio ambiente, para la naturaleza, para la biodiversidad, pero también para la sostenibilidad de la pesca, porque se trata de verdaderos viveros de peces", subrayó la ministra de Medio Ambiente y Energía, Maria da Graça Carvalho, en declaraciones a los periodistas.

Con una superficie aproximada de 200.000 km², que abarca todo el complejo de montes submarinos y llanuras abisales situado entre el cabo de San Vicente, en Sagres, y el archipiélago de Madeira, la nueva reserva permitirá a Portugal alcanzar el 30% de su superficie marina protegida el año que viene.

De momento, el 27 de octubre se publicó una orden conjunta de los Ministerios de Medio Ambiente y Energía y de Agricultura y Mar que determina, junto con el Gobierno Regional de Madeira, el inicio de los procedimientos técnicos y jurídicos necesarios para la clasificación, que deberá estar concluida el 10 de diciembre.

A continuación se abrirá un periodo de consulta pública, y el Gobierno espera que la creación de la nueva área marina protegida esté consolidada en 2026.

"Esto también tendrá otros beneficios, en términos de navegación recreativa y buceo, todos los cuales contribuyen a nuestra economía marítima. Nuestra economía marítima representa el 5% de nuestro producto interior bruto, pero con este tipo de inversiones podemos aumentar significativamente ese valor", destacó también el Secretario de Estado de Pesca y Mar, Salvador Malheiro.

Una vez alcanzado el objetivo del 30%, el Gobierno planea apuntar entonces a la meta del 10% de zonas totalmente protegidas.

"En este momento, todavía tenemos un objetivo bajo -alrededor del 2% o 3%- porque se tarda más en identificar (las zonas totalmente protegidas), pero esa será nuestra ambición, después del 30%", declaró Maria da Graça Carvalho.

Preguntada por la gestión de estas áreas marinas protegidas, la ministra recordó el trabajo realizado para el Parque Natural Marino de Pedra do Valado, en el Algarve, y para la Red de Áreas Marinas Protegidas de las Azores, que está a la espera de la firma del acuerdo con el Fondo de Medio Ambiente.

"También hay una serie de obligaciones para el Estado y las comunidades autónomas en cuanto a la vigilancia y el mantenimiento de esta zona. Por nuestra parte, cumpliremos todas las normas, pero también debemos prestar atención a lo que ocurre con los buques extranjeros y, por lo tanto, aquí hay un nivel de vigilancia que requiere aún más cuidado cuando se trata de una zona protegida", añadió.

Antes de la presentación de la Reserva Natural Marina Madeira-Tore y Gorringe Bank, la ministra se reunió con el Vicepresidente Ejecutivo de la Comisión Europea responsable de una Transición Limpia, Justa y Competitiva.

Al término de la reunión, Maria da Graça Carvalho y Teresa Rivera destacaron el compromiso asumido el jueves por los líderes de la Unión Europea (UE) con las ambiciones climáticas para 2040, como paso intermedio hacia la neutralidad de carbono en 2050, con una estrategia "pragmática y flexible".

"Es una propuesta equilibrada", argumentó Teresa Rivera, en referencia a la propuesta de la Comisión Europea que aboga por una reducción del 90% de las emisiones netas de gases de efecto invernadero (respecto a los niveles de 1990) como paso intermedio hacia la neutralidad climática en 2050.

Por parte portuguesa, la Ministra de Medio Ambiente y Energía también mencionó la posibilidad de cumplir parte del objetivo mediante créditos internacionales de carbono entre 2036 y 2040, hasta un límite del 3% de las emisiones netas de la UE en 1990. Subrayó que Portugal aboga por que los créditos empiecen a contabilizarse antes, en 2031, y hasta un límite del 5%.

"Para nosotros, el calendario es más importante, porque tenemos varias inversiones en terceros países, como la conversión de deuda en Cabo Verde, y también firmaremos con Santo Tomé y Príncipe, y nos gustaría mucho que empezara a contar a partir de 2031", explicó.