En un comunicado titulado "Tarjeta roja a la violencia verbal", la APAF recuerda la reunión mantenida con la Liga de Clubes el pasado 12 de noviembre, en la que presentó "un conjunto de propuestas de cambios normativos" que pretende que se apliquen esta temporada, pero acusa a la respuesta del organismo de "no satisfacer las demandas presentadas."
"Anunciamos que los árbitros mantendrán e intensificarán las acciones de protesta hasta que se implanten medidas objetivas y eficaces que garanticen el respeto, la seguridad y la dignidad en el ejercicio de la función arbitral. Estamos considerando proceder a una huelga total de árbitros si no se hace nada en tiempo y forma en relación a nuestras propuestas", dice el comunicado.
La Asociación Portuguesa de Árbitros de Fútbol (APAF) pretende que "esta cuestión sea finalmente abordada con la seriedad y profundidad que merece y que sea debidamente debatida en la Liga Portugal, tanto en la Asamblea General como en la Cumbre de Presidentes".
"La APAF y los árbitros reconocen el compromiso del Consejo Arbitral de la FPF, que sigue empeñado en garantizar las mejores condiciones para el desempeño de la función arbitral. También hay un compromiso claro del presidente de la Federación Portuguesa de Fútbol, Pedro Proença, de ratificar inmediatamente los cambios reglamentarios, después de que sean aprobados por la Liga Portugal, mostrando así su voluntad de garantizar este camino de mejora", se afirma.
El órgano representativo de la clase espera "la misma responsabilidad y determinación de todas las demás entidades involucradas en el juego", recordando que "no se trata de una cuestión exclusiva de los árbitros en las competiciones profesionales."
"El clima reinante también se está reflejando en los árbitros de otras competiciones, nacionales y de distrito, en todos los niveles, con especial atención a la falta de seguridad, un tema que merece la máxima atención por parte de las autoridades competentes", señala.
Sanciones
En la reunión con la Liga de Clubes, la APAF defendió el endurecimiento del Reglamento Disciplinario en más de una decena de artículos, abogando por el refuerzo de los castigos por actitudes y comportamientos de clubes y agentes deportivos hacia los equipos arbitrales.
Entre las propuestas, sin aludir al caso denunciado por el árbitro Fábio Veríssimo en el partido entre el FC Porto y el Sporting, la APAF defiende la alteración del artículo 66, relativo a las coacciones, añadiendo la ocurrencia con familiares del equipo arbitral.
"Se considera, en particular, que hay tentativa cuando el club, durante el partido, incluido su intervalo, confronta o muestra a cualquier miembro del equipo arbitral decisiones de ese partido o de partidos anteriores sin su consentimiento", reza la redacción propuesta por la APAF, que amplía el ámbito de aplicación de este artículo a las tentativas de coacción. La APAF (Asociación Portuguesa de Árbitros de Fútbol) sigue abogando por triplicar las multas por declaraciones sobre el arbitraje antes de los partidos, defendiendo la pérdida de puntos en caso de reincidencia y penalizando la "sospecha" con la misma proporción que la propuesta de aumento de las sanciones por agresiones a árbitros, incluyendo la pérdida de cinco a diez puntos.
El órgano de representación de los árbitros aboga por un aumento del 100% de las multas por actos que atenten contra el honor y la reputación de las organizaciones deportivas y sus miembros, proponiendo también, en caso de reincidencia, la suspensión de uno a tres partidos y, en caso de tres o más condenas, la pérdida de dos a seis puntos.






