Portugal ya no encabeza la lista de países de la Unión Europea con mayor proporción de emigrantes.

Según el informe Emigración portuguesa 2024, elaborado por el Observatorio de la Emigración, el país ha caído al quinto puesto, y ahora es superado por países como Rumanía, Bulgaria, Lituania y Croacia.

Según Público, la significativa caída de las salidas hacia el Reino Unido, que era el principal destino, ayuda a explicar este cambio, aunque el número total de emigrantes portugueses se ha mantenido estable, en torno a los 2,1 millones, lo que equivale al 21% de la población residente.

A pesar del descenso en el Reino Unido y Francia, la emigración portuguesa no ha disminuido, revelando en cambio una redistribución de los destinos. En 2023, Suiza se convirtió en el principal país de acogida de los emigrantes portugueses, con más de 12.000 nuevas llegadas, seguida de España, Francia, Alemania y los Países Bajos. Este cambio puede estar relacionado con factores económicos o con la búsqueda de condiciones más favorables para los emigrantes, especialmente los más cualificados.

Según el sociólogo Rui Pena Pires, esta estabilidad contrasta con el escenario de hace una década, cuando la crisis llevó a más de 120.000 portugueses a abandonar el país, 30.000 de los cuales se fueron al Reino Unido. Ahora, con unas 70.000 salidas anuales, la emigración parece haberse estabilizado, incluso con fluctuaciones entre destinos. "No estamos ante cifras preocupantes", afirma el experto, citado por la publicación, subrayando que una parte importante de estos emigrantes acaba regresando, lo que mitiga el saldo migratorio negativo.

La emigración portuguesa se caracteriza también por un perfil envejecido. Muchos de los que figuran actualmente en las estadísticas emigraron hace décadas, sobre todo durante las afluencias masivas del siglo XX. Las estimaciones indican que el 81% de los emigrantes llevan más de diez años fuera del país, y la proporción de inactivos ha aumentado del 29% al 32%, a medida que muchos alcanzan la edad de jubilación.

Con unos salarios aún por debajo de la media europea, se prevé que Portugal siga registrando un volumen de emigración superior al de otros Estados miembros de la UE.