Pensemos en la familia Martins de Lisboa. Compraron un encantador piso de los años ochenta y esperaban pequeños cambios estéticos por valor de unos 10.000 euros. Sin embargo, una inspección pronto descubrió graves problemas estructurales: defectos estructurales, cableado anticuado y una terraza con goteras. ¿La nueva factura de la reparación? Unos desalentadores 24.800 euros, que casi acabaron con sus ahorros de la noche a la mañana.

Por desgracia, estas historias no son únicas. Por eso, los legisladores portugueses están estudiando una propuesta de la APEGAC para introducir inspecciones obligatorias de las propiedades cada ocho años, de forma similar al sistema actual de ITV de los vehículos. ¿El objetivo? Detectar problemas estructurales y de seguridad ocultos antes de que se conviertan en desastres financieros.

Caryn Pamorca, propietaria de PIDS Inspection, subraya: "Con demasiada frecuencia, los compradores subestiman los riesgos asociados a las propiedades antiguas. Una simple inspección puede revelar problemas cuyo arreglo podría costar decenas de miles de euros."

Si se aprueba la legislación, es probable que los propietarios estén obligados a presentar un certificado de inspección válido antes de vender, mientras que los compradores que pasen por alto este paso fundamental corren el riesgo de heredar importantes gastos de reparación imprevistos.

Los expertos sugieren una rápida autocomprobación de diez minutos para detectar señales de alarma: grietas visibles o enfoscados abultados, marcos de ventanas que se pegan, olores rancios que indican humedad, cuadros de fusibles anticuados que carecen de elementos de seguridad modernos y problemas de fontanería que se hacen evidentes al abrir varios grifos.

Si detecta algún problema, es el momento de recurrir a profesionales como PIDS Home Inspection. Con un equipo nacional de ingenieros expertos que cubren todos los rincones de Portugal -Lisboa, Algarve, Oporto, de Braga a Faro-, PIDS proporciona una evaluación detallada de la propiedad en tan sólo 48 horas, con documentación fotográfica y defectos claramente detallados.

Pamorca añade: "Nuestras inspecciones no sólo protegen a los compradores de desastres ocultos, sino que les dan más poder. Los clientes suelen negociar decenas de miles de descuento sobre el precio de venta cuando disponen de informes detallados sobre los defectos".

Ante la inminencia de las inspecciones obligatorias, los compradores más avispados ya están programando sus evaluaciones. Si actúa con antelación, no sólo evitará futuras colas, sino que se asegurará de no jugarse su inversión.

Asegure la casa de sus sueños sin riesgos ocultos: obtenga más información sobre cómo PIDS Inspection realiza inspecciones de viviendas en Portugal.