Este año volveré a buscar signos de inversión de tendencia en un sector que lleva mucho tiempo en crisis. Ya me he dado cuenta de que he podido concertar más citas antes de la feria que nunca en los últimos años. Lo considero una señal positiva.

Expo Real es una cita fija en mi agenda desde hace más de veinte años. Y cuanto más a menudo estoy allí, más percibo la internacionalización de esta industria. Aunque el lugar de celebración sea Múnich, esta feria hace tiempo que dejó de ser un acontecimiento puramente alemán o europeo. Los visitantes proceden de toda Europa, de Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Oriente Medio, Asia y Sudamérica. Así pues, la feria es un punto de encuentro mundial para promotores de proyectos, inversores, urbanistas y muchos otros agentes que ganan su dinero con el sector inmobiliario.

Por supuesto, este año la atención se centrará también en la cuestión de cómo construir de forma más rápida y eficiente. Ya se trate de nuevos edificios, ampliaciones, densificación o renovaciones: en todas partes falta velocidad. Este debate no se limita en absoluto a Alemania o Portugal, sino que corre como un hilo rojo por todos los países. Aunque existen nuevos programas de construcción y subvenciones, muchos representantes del sector se muestran escépticos sobre si las medidas políticas serán suficientes para lograr mejoras notables. Reducir la burocracia y planificar la seguridad siguen siendo palabras de moda cruciales.

Créditos: TPN; Autor: Paulo Lopes;

A pesar de estos retos, ya estoy viendo signos claros de una mejora en el sentimiento. La depresión que ha caracterizado al sector en los dos últimos años parece estar remitiendo. En mis conversaciones preliminares, percibo un espíritu de optimismo: muchos quieren arremangarse, descubrir nuevos horizontes y mirar de buen grado más allá de sus propias narices. Expo Real 2025 podría convertirse así en un punto de inflexión que dé nueva energía al sector y quizá incluso envíe una señal positiva en tiempos política y económicamente difíciles.

Tradicionalmente, Expo Real es una feria con claros beneficios comerciales. Ofrece la oportunidad de presentar proyectos concretos y forjar nuevas alianzas. La creación de redes es algo más que una palabra de moda: es la clave para llegar a acuerdos comerciales tangibles. Al mismo tiempo, la feria de este año también se centrará en temas como la digitalización, la eficiencia energética y la sostenibilidad. Precisamente estas cuestiones sobre el futuro son cruciales si la industria quiere seguir siendo resistente e innovadora a largo plazo.

Créditos: TPN; Autor: Paulo Lopes;

Estoy deseando aportar a las conversaciones las experiencias e impresiones de mis viajes a Londres, Las Vegas, Riad o Singapur. Me hace la misma ilusión ver lo que puedo aprender de colegas de todo el mundo. Para mí, esta inspiración mutua es uno de los aspectos más valiosos de la feria.

Mi conclusión por adelantado: El ambiente es mejor que en años anteriores, las citas son más numerosas y la esperanza de un cambio de tendencia es palpable. Queda por ver si esto se convertirá en un repunte sostenible. Lo que es seguro, sin embargo, es que Expo Real 2025 volverá a ser un indicador importante para el futuro del sector inmobiliario.