Según un informe de Público, este aumento se ha producido a pesar del impulso financiero de 200 millones de euros que el Gobierno proporcionó en julio para liquidar los pagos atrasados de más de 90 días relacionados con la compra de medicamentos y dispositivos.
Entre junio y julio, cuando el impulso financiero de 200 millones de euros repercutió en las cuentas de los hospitales, la reducción de los pagos atrasados fue de 77 millones de euros. En otras palabras, el valor de las deudas vencidas más de 90 días después de la fecha acordada pasó de 547,6 millones de euros en junio a 470,5 millones de euros al mes siguiente, según datos del Portal del SNS. Sin embargo, la reducción fue limitada y desapareció rápidamente.
Los sucesivos gobiernos suelen aportar refuerzos financieros, pero según Xavier Barreto, presidente de la Asociación Portuguesa de Administradores de Hospitales, la cuestión esencial de la morosidad "es la persistente infrafinanciación", argumentando que, para evitar que las entidades acumulen tanta morosidad, los hospitales deben financiarse "adecuadamente".
"No estamos hablando de un aumento de la financiación global, porque ese dinero se paga, sino a final de año, con una inyección de capital. Por tanto, es mejor aportar financiación al principio y permitir que los hospitales no acumulen deuda desde el principio", reflexionó.