Su papel va mucho más allá de la enseñanza, ya que ahora son actores clave en la investigación, la innovación y la colaboración internacional. El último ejemplo procede del Instituto Superior Técnico, que se ha unido a un consorcio europeo para abordar uno de los retos más urgentes de la era espacial moderna, la limpieza del creciente número de desechos que orbitan la Tierra.
El proyecto denominado gEICKo, Gecko Based Innovative Capture Kit for Uncooperative and Unprepared Orbital Assets, está financiado por el Consejo Europeo de Innovación y reúne a instituciones de seis países europeos. Su objetivo es ser tan imaginativo como necesario, desarrollar una tecnología inspirada en la naturaleza para capturar y retirar basura espacial.
En las últimas décadas, la órbita de la Tierra se ha llenado de fragmentos de cohetes, satélites desactivados y restos metálicos dejados por la actividad humana. Estos objetos, que viajan a velocidades extremadamente altas, suponen una grave amenaza para los satélites activos y para futuras misiones. La iniciativa europea gEICKo pretende cambiar esta situación desarrollando un sistema robótico de limpieza que imita el mecanismo de adhesión de las salamanquesas, uno de los diseños más fascinantes de la naturaleza.
El concepto es sencillo pero revolucionario. Los gecos pueden trepar por superficies verticales lisas gracias a unas estructuras microscópicas en sus patas que crean fuerzas de atracción a nivel molecular conocidas como fuerzas de van der Waals. Los investigadores europeos están adaptando este principio para crear materiales sintéticos que reproduzcan la capacidad de adhesión del geco. Esto permitirá a un satélite de limpieza capturar residuos sin necesidad de pegamento, pinzas o complejos sistemas mecánicos.
En el Instituto Superior Técnico, investigadores del Instituto de Sistemas y Robótica están desarrollando los sistemas de guiado, navegación y control del satélite. Estos componentes son fundamentales para garantizar la precisión necesaria para aproximarse y capturar con seguridad objetos en órbita que se mueven con rapidez. El proyecto demuestra cómo las instituciones académicas portuguesas pueden aportar conocimientos de vanguardia a los esfuerzos mundiales en materia de sostenibilidad espacial y robótica.
Con un presupuesto total de cuatro millones de euros, se espera que el proyecto gEICKo entregue un prototipo funcional en un plazo de tres años. La primera generación de estos satélites de limpieza bioinspirados podría empezar a funcionar en la próxima década, marcando un hito en la búsqueda de órbitas más limpias y seguras.
La participación de Portugal en una investigación tan avanzada subraya hasta qué punto han evolucionado sus universidades. Desde la inteligencia artificial y las energías renovables hasta la computación cuántica y la ingeniería aeroespacial, las instituciones de enseñanza superior se están convirtiendo en pilares centrales del ecosistema innovador del país. Están ayudando a Portugal a pasar de ser un usuario de tecnología a un productor de conocimiento y propiedad intelectual de relevancia mundial.
Tras el éxito de startups portuguesas de tecnología espacial como Neuraspace, el proyecto gEICKo refuerza la creciente credibilidad de Portugal en el panorama espacial europeo. Demuestra que la colaboración entre el mundo académico y la industria puede generar soluciones brillantes desde el punto de vista técnico y responsables desde el punto de vista medioambiental.
Universidades como Técnico no sólo forman a la próxima generación de científicos e ingenieros. Están ayudando a diseñar las herramientas que harán sostenible el futuro de la exploración. En una época en que las fronteras entre la Tierra y la órbita se difuminan, la comunidad científica portuguesa está demostrando que la innovación puede venir de cualquier parte, incluso de un país que siempre ha mirado al horizonte y soñado más allá de él.