Según datos de AirHelp citados por el Diário de Notícias (DN), entre enero y septiembre salieron de los aeropuertos portugueses 187.000 vuelos, el 36% de los cuales fueron irregulares, lo que supone un aumento del 11% respecto al mismo periodo del año anterior.
Como consecuencia, 9,5 millones de pasajeros se vieron afectados y 364.000 de ellos tienen derecho a indemnización en virtud del Reglamento europeo CE 261/2004, que prevé una compensación media de 400 euros por persona.
Según Executive Digest, el abogado Pedro Miguel Madaleno, especialista en derechos de los pasajeros aéreos de AirHelp, señala que la situación en el aeropuerto de Lisboa es cada vez más grave, donde hasta septiembre se interrumpieron el 44,3% de los vuelos. "El aumento significativo de las interrupciones en el aeropuerto Humberto Delgado ha sido impulsado por la enorme presión sistémica y los problemas laborales en la principal puerta de entrada del país", explicó, citado por el mismo medio. El experto también hizo hincapié en la falta de personal en las tripulaciones, el handling y el control fronterizo.
En los aeropuertos de Oporto y Faro se han registrado ligeras mejoras, ya que los índices de perturbación bajaron al 29% y al 20,8%, respectivamente. Según el abogado, esta "mayor resistencia operativa" se debió a una menor presión del tráfico y a una capacidad de gestión más eficaz. Aun así, Lisboa sigue siendo el epicentro de las dificultades, "incapaz de seguir el ritmo del aumento del volumen de pasajeros".
En términos europeos, Portugal es el tercer país con más pasajeros afectados por las perturbaciones, sólo por detrás de Grecia y Alemania. Entre enero y septiembre, el 30,7% de los vuelos operados en los aeropuertos nacionales sufrieron retrasos o cancelaciones. Por compañías aéreas, TAP encabezó la lista con el 42,9% de los vuelos afectados, seguida de Ryanair y easyJet.





