El estudio muestra que un trabajador con un máster gana alrededor de un 80% más que alguien que sólo tiene el 12º grado, y, en el caso de los licenciados, la diferencia salarial es del 45%. Sin embargo, los investigadores advierten del escaso número de hijos de familias desfavorecidas en los másteres.

En los últimos años ha aumentado el número de titulados jóvenes y con máster, pero la transición a un máster sigue "constituyendo un eje crucial de desigualdad entre los titulados superiores", señala el estudio publicado que ha analizado la evolución entre 2018 y 2023.

Alrededor del 40% de los graduados pasan inmediatamente a un máster (cinco puntos porcentuales más que en 2018), pero esta transición "depende mucho del contexto de los graduados, con importantes consecuencias en términos de equidad", subrayan los investigadores, que señalan que hay más hombres que continúan sus estudios.

También es más habitual que se matriculen en másteres alumnos procedentes de universidades que de institutos politécnicos: el 58% de los estudiantes de universidades públicas frente a sólo una cuarta parte del sistema politécnico público.

"La desigualdad también es visible en las diferentes tasas de transición entre los titulados con al menos un progenitor con estudios superiores y los demás titulados. Esta diferencia (del 48% al 37%) ha aumentado en los últimos cinco años", afirman los investigadores.

En el mismo sentido, el abandono prematuro es más visible entre los jóvenes que son los primeros de su familia en cursar estudios superiores, un fenómeno visible en los estudios de grado, máster y cursos superiores técnicos y profesionales (CTeSP).

Los estudiantes "de contextos socioeconómicos más desfavorecidos y de familias menos educadas enfrentan desafíos adicionales, como menor apoyo familiar, menos recursos culturales y mayores dificultades económicas", advierten los investigadores, quienes agregan que "la dispersión de tasas entre ambos ciclos tampoco será ajena a estas diferencias de transición."

Encontrar trabajo

Además de los jóvenes más cualificados y con mejores salarios, cada vez son menos los que tienen dificultades para encontrar trabajo.

"Mientras que las tasas de desempleo de los bachilleres, licenciados y titulados superiores eran relativamente similares antes de la pandemia, en los últimos años los titulados superiores han tenido tasas de desempleo en torno a un 40% inferiores a las de los bachilleres", afirman los investigadores.

Las tasas de paro de los titulados superiores se situaron por debajo del 6% y las de los profesionales con máster cayeron a valores cercanos al 4,7%, mientras que la población activa con un 3er ciclo de educación básica siguió teniendo tasas de paro más elevadas que antes de la pandemia de COVID-19 y los titulares de CTeSP tuvieron tasas superiores al 10%.

Estas cifras ocultan las áreas en las que los titulados siguen teniendo más dificultades para encontrar trabajo -servicios sociales, áreas de información y periodismo y arquitectura y construcción-, frente a los titulados en el área sanitaria, que presentan tasas de paro de sólo el 1,2%.

El estudio también muestra que los titulados en las áreas de matemáticas y estadística, ingeniería, informática, ciencias y educación tienden a situarse por debajo o cerca del umbral del 2% de tasa de paro.

Sin embargo, los investigadores subrayan el impacto de la educación desde una edad temprana en el valor futuro en el mercado laboral. El futuro empieza a perfilarse desde que los niños pueden asistir a guarderías y centros preescolares, para pasar después a elegir entre una formación científico-humanística o profesional en la enseñanza secundaria y, por último, acceder a licenciaturas y másteres.