En cambio, aumentaron todos los tipos de propulsores electrificados -eléctricos, híbridos y, sobre todo, híbridos enchufables-, con un crecimiento superior al 50% en agosto y en torno al 28% de enero a agosto.

Según la ACEA (Asociación de Constructores Europeos de Automóviles), la UE vendió 2.012.580 coches de gasolina en los ocho primeros meses del año, un 19,7% menos que en el mismo periodo del año anterior.

Las ventas de vehículos diésel cayeron un 25,7%, hasta un total de 674.477 unidades.

Sólo en agosto, las ventas de motores de gasolina cayeron un 16,3 por ciento, con 178.156 unidades matriculadas, mientras que las de diésel sumaron 59.327 coches (un descenso del 17,5 por ciento).

Teniendo en cuenta no sólo la UE, sino también el Reino Unido y los países de la AELC, el descenso de los motores de combustión pura fue aún más significativo.

En comparación con el mismo mes del año anterior, en enero se matricularon un 20,4% menos de vehículos de gasolina que en agosto (2.395.945 unidades) y un 25,2% menos de vehículos diésel (721.012 unidades matriculadas).

Considerando sólo los resultados de agosto, estos mercados vendieron 202.623 vehículos de gasolina (-17,3%) y 62.924 vehículos diésel (-17,5%).

Aunque algunos fabricantes de automóviles están ralentizando sus planes de electrificación de sus gamas, la Unión Europea mantiene su objetivo de prohibir la venta de coches nuevos con motores de combustión tradicionales a partir de 2035.