Escribir sobre este tema a lo largo del último año me ha permitido asistir, casi en tiempo real, a la construcción de un puente económico que hoy, por fin, empieza a ganar dimensión.
En enero, cuando se firmó en Oeiras el memorando que dio origen al Portuguese Saudi Business Council (PSBC) y al Saudi Portuguese Business Council (SPBC), me di cuenta inmediatamente de que estábamos ante algo mucho más grande que un protocolo institucional. Era el inicio de una relación estructurada, ambiciosa y, sobre todo, necesaria para Portugal. El presidente del PSBC, mi amigo Abílio Alagôa da Silva, desempeñó un papel decisivo en este inicio y siempre me ha hecho partícipe de esta visión de futuro que ahora se hace realidad.
Tuve la oportunidad de visitar Riad este año. Fue sólo una vez, pero fue suficiente para darme cuenta de la verdadera magnitud de la transformación que está en marcha en Arabia Saudí. Fue también durante esta visita cuando entablé amistad con Alwalid Albaltan, presidente del SPBC, cuya visión estratégica y compromiso para acercar a nuestros países me marcaron profundamente. Creo que volveré pronto, no sólo para volver a ver a los amigos, sino para continuar siguiendo de cerca un movimiento económico que considero crucial para Portugal.
Arabia Saudí vive un momento de expansión económica poco frecuente. Visión 2030 es más que un documento. Es pura ejecución. Es una inversión a gran escala. Es reimaginar todo un país. Del turismo a la tecnología, de la construcción a las energías renovables, de la agricultura a la salud, todo se está reinventando. Y precisamente por eso tiene tanto sentido el interés saudí por invertir en Portugal. Buscan estabilidad, calidad, talento, innovación y acceso a otros mercados. Portugal lo tiene todo.
Créditos: Imagen facilitada;
Lo más alentador es ver que este movimiento no se queda en las palabras. Está en los números. Veintiuna empresas portuguesas ya están establecidas o en proceso de registrarse en Arabia Saudí. Se han firmado quince nuevos memorandos de entendimiento. Ministros de ambos países multiplican las visitas de alto nivel y demuestran públicamente la convicción de que esta relación es estratégica.
Cuando escribo sobre esto en The Portugal News, escribo también desde lo que sentí personalmente. Vi empresarios saudíes realmente interesados en Portugal. Vi apertura para colaborar, voluntad de invertir y respeto por lo que somos y por lo que sabemos hacer. Y vi, sobre todo, que Portugal tiene aquí una oportunidad que no puede desaprovechar.
Estoy orgulloso de haber contribuido, modestamente, a acercar estos mundos y ayudar a dar visibilidad a este movimiento. Y me enorgullece aún más darme cuenta de que lo que identifiqué en un solo viaje está siendo confirmado ahora por el propio Gobierno portugués y por los resultados concretos que están empezando a surgir.
El potencial está ahí. La relación está creciendo. Y todo indica que ésta será una de las grandes oportunidades estratégicas de Portugal en los próximos años. Lo mejor está por llegar, y yo estaré allí para seguir, escribir y, siempre que sea posible, ayudar a construir.







