Datos recientes delInstituto Nacional de Estadística(INE) muestran que, en 2023, solo el 12,8% de la población tenía entre 0 y 14 años, lo que convierte al país en el tercero de la Unión Europea con menor proporción de jóvenes, por detrás de Italia y Malta.

Según el INE, esta tendencia se deriva de décadas de bajas tasas de natalidad combinadas con el aumento de la longevidad. Entre 1970 y 2024, la proporción de jóvenes se redujo del 28,5% al 12,6%, mientras que la población mayor de 65 años aumentó más del doble, del 9,7% al 24,3%. Este fenómeno sitúa a Portugal entre los países más envejecidos de la UE, sólo por detrás de Italia, y muy por encima de la media europea.

Autor: INE;

El índice de envejecimiento portugués, que mide la relación entre personas mayores y jóvenes, alcanzará los 192,4 ancianos por cada 100 jóvenes en 2024, lo que refleja el creciente desafío para las políticas sociales y económicas del país. El INE destaca también que la tasa de renovación de la población en edad de trabajar cayó al 77,4, por debajo de la media europea, lo que indica que el número de jóvenes que se incorporan al mercado laboral no compensa a los que lo abandonan

.El impacto de este doble envejecimiento -menos jóvenes y más ancianos- ya se deja sentir en la sociedad y en la economía. Portugal no sólo se enfrenta al envejecimiento de la población, sino también a la reducción de su base de activos, lo que ejerce presión sobre los sistemas de seguridad social y los servicios sanitarios. En comparación con la Europa de los 27, sólo Luxemburgo e Irlanda tienen más jóvenes que ancianos, lo que pone de relieve la singularidad del reto portugués

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El INE prevé que, si se mantienen las tendencias actuales, la población residente en Portugal se reducirá a unos 8,2 millones en 2080, lo que acentuará aún más el envejecimiento demográfico y la necesidad de políticas que fomenten la natalidad y la integración de los jóvenes y los inmigrantes en el mercado laboral.