La Secretaría Autonómica de Hacienda, Planificación y Administración Pública ha aprobado las condiciones del aval, lo que permite a la aerolínea contratar el préstamo. La operación, concertada con el banco BPI, tiene un plazo de siete años con dos de carencia y un tipo de interés del Euribor a seis meses más un diferencial del 1%.
Una de las condiciones exige que el Gobierno de las Azores mantenga su plena participación, directa o indirecta, en la empresa. La decisión se basa en una resolución aprobada en julio de 2025 por la que se autorizaban garantías de hasta 75 millones de euros para SATA Air Açores por parte de bancos y otras instituciones financieras.
Esta medida sigue un proceso de reestructuración más amplio. En junio de 2022, la Comisión Europea aprobó una ayuda estatal portuguesa de 453,25 millones de euros para SATA, en préstamos y garantías, para apoyar un plan de reestructuración que incluía la reforma organizativa y la desinversión de una participación de control del 51%.
Actualmente se están llevando a cabo negociaciones entre el Gobierno regional y el consorcio Newtou/MS Aviation para la privatización de Azores Airlines, la filial internacional de SATA. El Gobierno ha declarado que espera concluir el acuerdo en septiembre.
A pesar de los esfuerzos de reestructuración en curso, el grupo sigue registrando fuertes pérdidas. SATA Air Açores y Azores Airlines cerraron 2024 con un déficit conjunto de 82,8 millones, más del doble de los 36 millones de euros registrados en 2023. La mayor parte de las pérdidas correspondió a Azores Airlines, que registró un resultado negativo de 71,2 millones de euros, frente a los 26,1 millones de euros de 2023. SATA Air Açores, que opera vuelos interinsulares, registró pérdidas de 11,6 millones de euros, frente a los 10 millones del año anterior.