La planificación de la jubilación se está internacionalizando.
De Dublín a Ámsterdam, un número cada vez mayor de expatriados residentes en Portugal están trasladando sus pensiones a estructuras paneuropeas conocidas como fondos de pensiones de empleo, en busca de la flexibilidad de la que carecen sus sistemas de origen.
Los asesores financieros del Grupo deVere, que trabaja con más de 80.000 clientes expatriados en todo el mundo, informan de que las transferencias se están acelerando a medida que los trabajadores móviles buscan eficiencia fiscal y control.
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"Cada vez son más los irlandeses y holandeses que reconocen las desventajas estructurales de mantener las pensiones en sus países de origen", afirma James Green, Director de deVere Europe.
"Los OPJ de Malta ofrecen soluciones que reflejan la vida moderna y móvil. En los dos últimos años hemos visto un crecimiento de dos dígitos en las transferencias procedentes tanto de Irlanda como de los Países Bajos."
Su colega Jake McLaughlin, Director de deVere Portugal, está de acuerdo: "La demanda está creciendo.
"La gente ha visto a sus amigos limitados por las normas nacionales sobre pensiones y quiere opciones. Estamos viendo fuertes entradas en los fondos de pensiones de empleo porque se adaptan al sistema fiscal portugués y a la flexibilidad que esperan los jubilados".
Los ciudadanos irlandeses y neerlandeses, en lugar de dejar sus fondos en regímenes nacionales, trasladan cada vez más sus fondos de pensiones a centros europeos como Malta, especialmente cuando se establecen en Portugal, donde el entorno fiscal recompensa una planificación cuidadosa.
¿Por qué se está produciendo este cambio?
El régimen de pensiones irlandés es uno de los más restrictivos de Europa.
El Umbral de Fondos Estándar limita el ahorro fiscalmente eficiente a 2 millones de euros; todo lo que supere este límite está sujeto a un recargo del 40%. Sólo una cuarta parte de un fondo puede retirarse libre de impuestos hasta 200.000 euros, con elevados impuestos a partir de esa cantidad, y las retiradas anuales son obligatorias a partir de los 61 años. Una vez que los activos entran en un ARF, no se pueden volver a mover.
El sistema neerlandés presenta sus propios obstáculos: la mayoría de los planes ocupacionales exigen rentas vitalicias y sólo permiten sumas a tanto alzado mínimas, lo que deja poco margen para una planificación flexible de los ingresos.
Las estructuras de los fondos de pensiones de empleo de Malta superan esos límites. Los partícipes pueden retirar hasta el 30% de su pensión libre de impuestos, sin límite vitalicio, a partir de los 50 años y elegir si quieren o no percibir ingresos cada año.
En general, Portugal grava las cantidades a tanto alzado como rentas de inversión o, en algunos casos, ganancias de capital, pero los convenios de doble imposición que mantiene con Malta contribuyen a suavizar el impacto.
El atractivo de Portugal
El clima y el estilo de vida de Portugal siguen siendo un gran atractivo, pero el marco financiero suele cerrar el trato.
El régimen actualizado "NHR 2.0" es menos generoso que el programa original de Residentes No Habituales, pero sigue recompensando a quienes estructuran sus pensiones a través de fondos de pensiones de empleo.
"Los expatriados están muy informados", añade McLaughlin. "Entienden que una cuidadosa planificación transfronteriza les permite configurar los flujos de ingresos en torno a los objetivos de estilo de vida en lugar de quedar atrapados en los planes nacionales".
Por qué destaca Malta
El marco IORP II de Malta -supervisado por la Autoridad de Servicios Financieros de Malta y basado en directivas de la UE- se considera la referencia en Europa.
Los activos están protegidos en fideicomiso, los beneficiarios heredan eficazmente y los pagos pueden efectuarse en la moneda local del jubilado. Cuando ni el afiliado ni el heredero residen en Irlanda o los Países Bajos, no suelen aplicarse los impuestos de sucesión de esos países.
En un momento en que la inflación merma los rendimientos y la volatilidad de los mercados inquieta a los ahorradores, la posibilidad de optar por retiros escalonados, sumas fijas o rentas vitalicias constituye una ventaja decisiva.
Impacto en el mundo real
Consideremos una pensión de 2 millones de euros. En Irlanda, sólo pueden retirarse 200.000 euros libres de impuestos; el resto está sujeto a fuertes cargas fiscales y puede ser objeto de gravámenes sucesorios.
Malta permite una liberación libre de impuestos de unos 600.000 euros y una transferencia eficaz a los herederos, sin límite vitalicio. Los residentes holandeses pueden obtener ventajas similares al trasladar grandes pensiones de jubilación.
James Green señala que muchos planes irlandeses de prestación definida están bajo presión y que los planes de las empresas holandesas se enfrentan a déficits de financiación comparables.
"Los convenios de los empleadores son más débiles, los pagos están en riesgo, y eso está impulsando la urgencia de explorar soluciones transfronterizas antes de que se reduzcan las opciones", afirma.
Complejo pero rentable
No todas las pensiones pueden trasladarse. Las pensiones personales irlandesas, los PRSA y las prestaciones estatales deben permanecer en Irlanda, y las pensiones estatales holandesas no pueden transferirse. Es esencial analizar detenidamente las normas de los tratados y los planes de residencia a largo plazo.
Sin embargo, para quienes tengan un fondo de empleo importante, el argumento es convincente. "La clave está en conocer la residencia fiscal personal y el funcionamiento de los convenios de doble imposición", explica McLaughlin. "Si se hace bien, las recompensas son importantes".
Planificar para los herederos
Las normas de sucesión añaden otro incentivo. Los herederos irlandeses pueden enfrentarse a un impuesto sobre las adquisiciones de capital del 33%, y los beneficiarios holandeses pueden pagar hasta un 40% dependiendo de la relación y la cantidad. Los fondos de pensiones de empleo con sede en Malta, considerados activos no irlandeses ni neerlandeses para los no residentes, suelen evitar totalmente esas cargas.
Tanto para los expatriados irlandeses como para los neerlandeses, las pensiones ya no son sólo cuentas de ahorro, sino instrumentos de independencia y seguridad a largo plazo, y las soluciones internacionales de planificación de la jubilación permiten disfrutar de mayores libertades.
Si tiene alguna pregunta, puede enviar un correo electrónico a Jake: jake.mclaughlin@devere-portugal.pt








