Entonces, ¿por qué no estamos en los primeros puestos de los países más desarrollados?

¿Cómo seríamos si copiáramos los métodos que han hecho del fútbol portugués un caso ejemplar en todo el mundo?

¿Cómo conseguimos generar tanto talento y colocarlo en los mejores equipos del mundo?

Hoy en día, Portugal es uno de los mayores exportadores de talento, tanto de jugadores como de entrenadores.

Portugal está en todas las competiciones europeas y mundiales a todos los niveles.

En 2025, Portugal tenía tres jugadores entre los 20 mejores, uno de ellos tercero.

Portugal tiene tres Balones de Oro: Eusébio, Figo y Ronaldo.

¿Cómo hemos llegado hasta aquí en un país de 10 millones de habitantes?

Gracias a la gestión.

Al igual que tenemos héroes que nos sirven de modelo, en el fútbol empezamos con ídolos como los 5Violinos en el Sporting, Eusébio en el Benfica y Matateu en el Belenenses.

En estos casos, hablamos de jugadores de los años 40 a finales de los 60.

Ganamos dos Copas de Europa y una Recopa.

Cuando las principales figuras dejaron de jugar, estuvimos más de tres décadas sin volver a ganar ningún trofeo.

¿Qué cambió a partir de los años 90?

Había un entrenador joven llamado Carlos Queirós que aportó gestión y método.

A partir de ahí se creó una escuela, empezaron a aparecer los resultados y los equipos dejaron de ser uno más diez para ser diez más uno.

Los chavales empezaron a querer emular a los jugadores, no sólo a los que estaban fuera, y eso marcó, y marca, la diferencia. Empezaron a creer que podían convertirse en jugadores sin tener que ser extraterrestres.

Los clubes crearon estructuras.

Se sembraron las semillas.

Hoy, miles de niños de 4 a 15 años juegan al fútbol en todo el país. ¿Llegarán todos a lo más alto? No, pero todos tendrán una preparación diferente para la vida.

El espíritu de camaradería, la interdependencia, la resiliencia y el poder de lucha son armas que el entrenamiento les da como ninguna otra escuela.

Para el 97% que nunca tendrá una práctica profesional en su futuro, estas habilidades les ayudarán mucho en la vida.

Hoy, Portugal tiene una industria puntera que se llama fútbol. La tiene porque combina la cantidad de materia prima con la gestión y los métodos. Método en la selección de los jugadores más capaces, método en la definición del entrenamiento adaptado a cada nivel, método en la demanda y su graduación, método en la elección de los entrenadores.

¡Exigencia! Sí, exigencia, contrariamente a lo que muchos piensan, los niños y los jóvenes están ávidos de exigencia.

¡Gestión! Nada de esto sería posible sin gestión.

Imagínense el potencial de este país el día que traslademos la realidad del entrenamiento futbolístico a las matemáticas, el teatro, la literatura, etc....

El secreto es atraer a los niños, como en el caso del fútbol.

Pasa por dignificar la profesión docente, pasa por gestionar mejor a las personas.

Implica tener la capacidad de estructurar un pensamiento, de desarrollar estrategias y de tener la humildad de pedir lo que los sabios que nos precedieron pidieron antes de actuar:

"Inspírame siempre lo que debo pensar.

"Qué debo decir. Cómo debería decirlo.

#Lo que debo callar. Cómo debo actuar. Lo que debería hacer. Dame la perspicacia para comprender. Capacidad para retener, método y facultad para aprender. Sutileza para interpretar. Gracia y eficacia para comunicar. Dame claridad cuando empiezo. Dirección cuando avanzo y perfección cuando termino".

Sin cantidad nunca tendremos calidad.

Sin entusiasmo nunca tendremos éxito.

Sin estrategia, planificación, método y gestión nunca seremos un país de futuro.

Como portugués, ¡sé que lo seremos!

¡Viva Portugal!