En una escala de 800 puntos, los portugueses obtuvieron 612 puntos, muy por encima de la media mundial de 488 puntos, según la clasificación del Education First English Proficiency Index(EF EPI) 2025, que contó con 2,2 millones de participantes.

En la prueba de inglés, que evaluó las competencias de lectura, comprensión oral, expresión oral y escrita, Portugal aparece en 6ª posición, sólo ligeramente por debajo de Holanda, que ocupa la 1ª posición con 624 puntos, seguida de Croacia, Austria, Alemania y Noruega.

El estudio muestra que la expresión oral sigue siendo el mayor reto. En más de la mitad de los países evaluados, hablar inglés es la habilidad más débil. En Portugal, por ejemplo, la comunicación oral obtiene 130 puntos menos que la lectura, destreza en la que los portugueses fueron más fuertes, obteniendo 632 puntos.

Las diferencias entre hombres y mujeres también se difuminan cada vez más, ya que los hombres obtienen resultados ligeramente mejores, según los datos a los que ha tenido acceso Lusa.

En el conjunto del país, las regiones del centro y del norte presentan los niveles más altos de dominio del inglés: Coimbra, Braga, Aveiro y Viseu son los distritos donde mejor se habla inglés. Por ciudades, Coimbra encabeza la clasificación nacional con 639 puntos, seguida de Guimarães y Aveiro.

Entre las regiones con peores resultados están Bragança y Viana do Castelo, ambas con medias distritales por debajo de los 600 puntos. Setúbal es la ciudad con la puntuación nacional más baja (596).

Los participantes más jóvenes, de entre 18 y 20 años, son los que mejor se desenvuelven en inglés, según los resultados de una prueba en línea, que muestra que a medida que aumenta la edad de los encuestados disminuyen sus puntuaciones.

En Portugal, los estudiantes y los profesores obtuvieron los mejores resultados, con medias en torno a los 650 puntos. Les siguen los profesionales del ámbito jurídico y de las tecnologías de la información, según el estudio al que ha tenido acceso Lusa.

Constança Oliveira e Sousa, de EF en Portugal, destacó el impacto de las herramientas de traducción basadas en inteligencia artificial (IA) en la expresión oral y escrita: "Estas herramientas permiten traducciones instantáneas, lo que puede disminuir la motivación para aprender un idioma desde el principio", argumentó.

Por otra parte, reconoció que la IA también puede aportar nuevas oportunidades para el aprendizaje de idiomas, concretamente a través de ejercicios personalizados accesibles en cualquier momento del día.