El café en Portugal es cada vez más caro: los consumidores han pagado una media del 24% más en los últimos tres años, según datos de Eurostat.

El aumento refleja una combinación de factores globales, como la pandemia, el cambio climático, las sequías prolongadas en los principales productores -Brasil y Vietnam- y la especulación financiera, que han disparado el precio del grano en los mercados internacionales.

Los tostadores portugueses sienten la presión del mercado. Empresas como Mocoffee denuncian dificultades para garantizar un suministro suficiente de café, ya que las existencias no logran compensar las fluctuaciones de la producción de los últimos años. La inflación y el aumento de los costes de la energía, los fertilizantes y la mano de obra agravan aún más la situación, obligando a los productores a repercutir parte del incremento de los costes en el consumidor final.

A pesar de los recientes signos de estabilización de los precios internacionales, el café sigue siendo caro en Portugal. Los datos de junio de 2025 muestran que el precio del café subió un 10,9% en comparación con el año anterior, manteniendo unos precios históricamente altos y afectando especialmente a los consumidores de granos de primera calidad. El efecto es claro: el tradicional espresso de 1 euro es cada vez más raro, lo que refleja la inevitabilidad de la subida de precios en el mercado nacional.